Por: Patricia Chirinos / Color Visión
Se trata de un sistema tecnológico inventado en Europa que genera agua potable condensando el aire de la atmósfera.
Está siendo implementado por la compañía española Aquaer, con sede en Sevilla, que mediante la genialidad de uno de sus inventores ha creado máquinas que extraen el agua potable del aire con el fin de usarla en zonas áridas donde la población sufre escasez de agua.
Es un sistema que ya ha sido aplicado en lugares severamente afectados por la escasez como aldeas de Namibia, África, y campos refugiados en el Líbano.
Para que la máquina genera agua potable usa un mecanismo eléctrico similar al de un aire acondicionado que refrigera el aire hasta condensarlo y como resultado se obtiene agua.
La máquina que hace agua de la nada es un invento antiguo
Quien ideó esta tecnología fue el inventor gallego, Enrique Veiga, en la década de los años 1990 cuando se registró una sequía impactante que afectó al sur de España.
El invento del gallego Veiga es apto incluso para las condiciones de un desierto, produciendo el mismo efecto a temperaturas de hasta 50 grados centígrados y con un nivel de humedad inferior al 10 %.
El sistema eléctrico estándar tiene la capacidad de generar entre 50 y 75 litros de agua a diario, mientras que algunos modelos de mayor tamaño entregan hasta 5.000 litros por día.
Gracias a la iniciativa del vietnamita, Nhat Vuong, con la fundación benéfica llamada, Water Inceptión, se ha podido llevar el invento del Veiga a diferentes poblaciones del sur y suroeste de África, así como a los campos de refugiados del Líbano.
En Trípoli los refugiados obtienen hasta 500 litros diarios.
«El objetivo es llegar a los lugares como los campos de refugiados que no tienen agua potable», comentó Veiga, citado por Reuters, destacando que sus aparatos ya funcionan en varios países de África.
También te puede interesar:
¿Será que la tierra se está elevando? Graban extraño fenómeno en la India
«En las aldeas de Namibia que visitamos, la gente quedó estupefacta, no entendían y preguntaban de dónde venía el agua», recordó. «Nuestra idea no es solo hacer un dispositivo que fuese efectivo, sino también hacer que sea útil para las personas que tienen que caminar kilómetros para traer agua o hacer pozos», contó el inventor.
Entre Vuong y Veiga esperan recaudar fondos para construir paneles solares donde funcionan estos aparatos para minimizar la dependencia del suministro eléctrico y cuidar el aspecto medioambiental de la iniciativa.
Fuente: RT
