Por: José Morón / Color visión
Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) encaran con preocupación las perspectivas de una economía marcada por la alta inflación y la guerra en Ucrania.
El presidente del BM, David Malpass se mostró preocupado por lo que representa las subidas de precios, especialmente en países pequeños, en vías de desarrollo, especialmente en sectores como la energía, los fertilizantes y los alimentos.
Por su parte, su colega al frente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que el organismo ha rebajado las previsiones de crecimiento de 143 países, lo que supone un impacto sobre el 86 % del producto interior bruto (PIB) mundial.
Durante la jornada de ayer, todas las intervenciones de expertos en el área se percibieron empañadas de pesimismo con respecto al futuro de la economía, aunque las cifras específicas y detalladas por países no se conocerán hasta la jornada de hoy.
Según Natal, las características propias de una crisis como la causada por la pandemia hicieron que mientras unas compañías en determinados sectores sufrían duras consecuencias, otras -como el comercio electrónico o las firmas tecnológicas- lograran pingües beneficios.
Planteó que la idea, por tanto, es que estas empresas que durante dos años se han beneficiado con la pandemia paguen un impuesto adicional y temporal que sirva para compensar a las más perjudicadas.
Fuente: El Día
