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La Unión Europea condenó el martes cualquier «amenaza de violencia» contra el personal encargado de realizar en Irlanda del Norte los controles aduaneros adoptados como parte del Brexit y suspendidos en la víspera.
Las inspecciones sanitarias y veterinarias fueron interrumpidas el lunes por la tarde en los puertos de Belfast y Larne por las autoridades locales, debido a inquietudes sobre la seguridad del personal involucrado.
«Condenamos muy firmemente toda amenaza de violencia en contra de personal portuario o (…) toda persona que ejerza sus misiones y ponga en ejecución el acuerdo de retirada» en Irlanda del Norte, reaccionó un portavoz de la Comisión europea.
La misma fuente apuntó que «en tales circunstancias, comprendemos completamente las decisiones tomadas por las autoridades de Irlanda del Norte al suspender temporalmente un cierto número de controles».
La entrada en vigor en el 1 de enero del nuevo régimen debido al Brexit representó la implementación de controles aduaneros para las mercancías que atraviesan el mar de Irlanda entre la provincia británica y el Reino Unido.
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Para evitar la vuelta de una frontera física entre la provincia británica y la República de Irlanda, miembro del UE, Irlanda del norte aún forma parte del mercado único europeo, lo que provoca la furia de los unionistas locales.
La administración local del puerto de Larne mencionó el lunes un recrudecimiento de «comportamientos amenazadores», particularmente grafittis que describían al personal portuario como «blancos».
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y el ministro británico Michael Gove, tienen en agenda un contacto por videoconferencia el miércoles junto a funcionarios de Irlanda del Norte.
«Cualquiera sea la razón, las amenazas de violencia son inaceptables», dijo el portavoz de la Comisión Europea.
© Agence France-Presse / Color Visión
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