Hoy se conmemora el natalicio 231 de una heroína, considerada madre de la patria, una mujer valiosa que dio su vida y la perdió por su entrega irrestricta hacia la defensa de la nación.
Por: Dra. Carmen Herrera Medrano
María Trinidad Sánchez nació el 16 de junio de 1794, en esta ciudad de Santo Domingo, y falleció el 27 de febrero de 1845. Fue víctima del primer crimen político en la historia dominicana, asesinada por Pedro Santana. Hija de Fernando Sánchez, e Isidora Ramona, era tía del prócer independentista y restaurador Francisco del Rosario Sánchez.
En momentos en que ser parte de algún movimiento o ejercer actividades estigmatizadas para los hombres, ella tuvo una destacada participación a muy temprana edad en el movimiento La Trinitaria, fue una separatista, confeccionó con la ayuda de Concepción Bona la primera bandera dominicana.
En honor a esta valiosa y memorable mujer, MARIA TRINIDAD SANCHEZ, fue creada la Provincia María Trinidad Sánchez, bajo la Ley No. 5220 del año 1959 como muestra de gratitud por su alto sacrificio en el proceso independentista, de igual manera se han nombrado escuelas y varias instituciones.

María Trinidad Sánchez fue representante del liderazgo femenino en su época, transportó pólvora bajo su falda, para cargar municiones durante la batalla separatista que buscaba la separación del pueblo haitiano, ayudando así a que los soldados estuviesen preparados para defenderse y atacar.
Su legado es eterno, su fidelidad y amor a la nación hicieron de ella una mujer digna de imitar, por tanto, en su honra contamos con la ya mencionada provincia María Trinidad Sánchez, así como con centros de estudios e instituciones.
Estamos comprometidos a seguir divulgando su historia, hoy que jóvenes adolescentes no encuentran el camino correcto, que les guíe a la preparación académica, a ser hijos e hijas ejemplares, a preocuparse por el ser, para convertirse en personas de bien, útiles a la sociedad y ejemplos a su familia, no así por el tener, querer imitar a personas de famas inmerecidas, lo que está contagiando y dañando nuestra sociedad.
Con María T. Sánchez tenemos ejemplos de valentía, pasión, honestidad y entrega, sus acciones nos conminan a formar hombres y mujeres valiosos capaces de representar el país en cualquier escenario, pero para ello, tienen que tener un corazón comprometido con Dios, sentir amor y respeto por su familia y su patria que les vio nacer, que sientan el temor al régimen de consecuencias que originarán sus acciones.
Estamos empeñados en la búsqueda del reconocimiento a la igualdad en derechos, y que los ideales sanos y firmes como el de esta gran mujer prevalezcan siempre, para ello debemos promover su legado.