Según reportes preliminares de la Policía Nacional, se encontró una nota manuscrita en la escena donde la mujer pedía perdón y expresaba que se llevaba a sus hijos “para que no fueran torturados”.
La madrugada del domingo 24 de agosto, el sector Ensanche Isabelita fue sacudido por una tragedia que ha generado profunda consternación nacional. Pennsylvania Mercedes Jiménez Valdez, de 36 años, fue hallada sin vida junto a sus tres hijos —dos varones de 11 y 9 años, y una niña de 7— tras haberles dado una sustancia venenosa mezclada con jugo, la misma que posteriormente ingirió.
Según reportes preliminares de la Policía Nacional, se encontró una nota manuscrita en la escena donde la mujer pedía perdón y expresaba que se llevaba a sus hijos “para que no fueran torturados”, lo que familiares describen como un reflejo de su comportamiento inestable y posesivo.
La relación con su esposo, Amary Cabrera, habría estado marcada por episodios de celos y control, según testimonios de allegados. La pareja llevaba más de 15 años junta, y los últimos meses habrían estado cargados de tensiones que, según los investigadores, podrían haber influido en el desenlace fatal.
Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), donde se realizarán autopsias y pruebas toxicológicas para determinar oficialmente la causa de muerte y la sustancia utilizada.
Este filicidio-suicidio ha dejado al país en estado de shock, mientras las autoridades profundizan las investigaciones para esclarecer completamente los hechos. La comunidad exige mayor atención a los casos de salud mental y violencia intrafamiliar que, en silencio, pueden desembocar en tragedias irreparables.