En términos psicológicos, la rumiación se refiere a pensamientos recurrentes y persistentes de los cuales es difícil liberarse.
Por:Maholi Albuez
En el tranquilo silencio de la noche, tras las actividades diarias, muchos nos encontramos enfrentando un fenómeno conocido como la rumiación nocturna. Después de cenar, relajarnos y prepararnos para dormir, una oleada de pensamientos invade nuestra mente, dificultando la conciliación del sueño. Pero, ¿por qué ocurre esto y cómo podemos enfrentarlo?
En términos psicológicos, la rumiación se refiere a pensamientos recurrentes y persistentes de los cuales es difícil liberarse. Ya sea reflexionando sobre situaciones pasadas, imaginando futuros inciertos o reviviendo experiencias, los pensamientos rumiantes pueden afectar negativamente nuestro bienestar.
Según el equipo de García Cruz (2017), la rumiación se define como «la serie de ideas recurrentes, repetitivas, intrusivas, pasivas e indeseadas acerca de la propia tristeza, su origen, sus posibles causas y consecuencias.»
La explicación se sustenta en varias razones. Durante el día, nuestras mentes están ocupadas con el trabajo, la familia y diversas responsabilidades. Sin embargo, al llegar la noche, la falta de distracciones permite que surjan pensamientos que hemos reprimido durante el día. Además, la falta de control sobre nuestra mente y la constante sobreestimulación diaria contribuyen al caos mental nocturno.
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La privación del sueño asociada a la rumiación nocturna puede tener consecuencias graves para la salud física y mental. La falta de descanso adecuado puede aumentar el riesgo de problemas como la ansiedad y la depresión.
- Practicar Mindfulness: Dedicar 15 minutos al día a la atención plena, especialmente centrados en la respiración, puede ayudar a controlar los pensamientos rumiantes.
- Simplificar nuestra vida: Identificar y simplificar aspectos innecesarios de nuestra vida puede reducir la carga mental y disminuir la rumiación.
- Guardar problemas para el día siguiente: Evitar abordar problemas complejos antes de dormir puede prevenir que estos ocupen nuestros pensamientos durante la noche.
- Cambiar el foco de atención: Dirigir los pensamientos hacia aspectos positivos y agradables puede ayudar a contrarrestar la tendencia natural de la mente a enfocarse en lo negativo.
Controlar la rumiación nocturna es crucial para garantizar un descanso reparador y prevenir problemas de salud mental. Aplicar prácticas como el mindfulness, simplificar la vida y cambiar el enfoque de nuestros pensamientos son pasos esenciales para abordar este fenómeno. De lo contrario, la rumiación nocturna podría desencadenar problemas más graves. ¡Es hora de tomar el control y mejorar nuestra calidad de sueño!