El ícono de la música pop lucha por liberarse de la tutelaje de su padre que le impide desde tomar decisiones básicas en su vida hasta administrar su propia fortuna.
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Britney Spears quiere ser libre. La estrella pop de 38 años desea librarse del yugo de su padre, Jamie Spears, quien desde hace trece largos años funge como su tutor legal. Esto quiere decir que la intérprete de “Oops!…i did it again”, no puede hacer casi nada sin su consentimiento. Por ejemplo, no puede ir de compras, conceder entrevistas, manejar sus publicaciones en las redes sociales ni mucho menos tener control sobre su fortuna. ¿Increíble, no? Pero cierto.
Sin embargo, existe una esperanza de que la cantante pueda retomar las riendas de su vida otra vez. Desde el pasado miércoles un tribunal estudia la posibilidad de suprimir el régimen de custodia al que está sometida. La propia Britney acudió a esta instancia legal buscando una salida a su situación. Su iniciativa ha recibido el apoyo de sus seguidores y de algunas celebridades como, Cher, Miley Cyrus y Chiara Ferragni quienes se han movilizado en el mundo digital, posicionando la etiqueta #FreeBritney.
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Tantos sus fans como sus colegas piden que se realice una investigación sobre la situación de Britney y que la cantante tenga su propio abogado. Hasta ahora han logrado recoger más de 300 mil firmas que llevaron a la Casa Blanca.
El inicio del trayecto amargo de Britney Spears
En 2007, después de divorciarse de Kevin Federline, Britney Spears quedó sumergida en la depresión, el alcohol y los estupefacientes. Para tratarla fue internada en un centro de desintoxicación. Como consecuencia de esta coyuntura en su vida, perdió la custodia de sus hijos. Fue entonces que su padre solicitó convertirse en su tutor legal.
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El año pasado la cantante tuvo una recaída. Debió ser ingresada en una clínica psiquiátrica debido a una crisis nerviosa que sufrió a consecuencia de la angustia que le provocó el delicado estado de salud de su padre. Sin embargo, ella misma reveló luego que su ingreso en ese centro de salud fue forzado por vía judicial y que fue su progenitor quien orquestó la medida. El motivo fue fútil: la artista habría salido a comer una hamburguesa con su novio sin su permiso.
Madre al rescate
Pero aparentemente hay alguien más que pretende ayudar a que Britney Spears sea libre. Se trata de su madre, Lynne Spears, quien solicitará convertirse en la tutora de la estrella de la música. Algunos medios señalan que la madre de la intérprete de “Toxic” y “I´m slave 4 U” piensa que resulta incongruente que alguien pueda tener tanta actividad profesional como su hija y al mismo tiempo ser incapaz de tomar decisiones básicas sobre su vida. Por eso, en caso de que el juez considere que aún Britney necesita un supervisor legar, ella se convertirá en su tutora para liberarla.
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