Patricia Chirinos /Noticias SIN
SANTO DOMINGO.-Tras las juezas condenar a 30 años de prisión a sus atacantes, Yocairi Amarante, víctima del ácido del diablo, lloró de la felicidad porque su caso no quedó impune.
“Yo estoy llorando de la felicidad porque mi caso no se quedó impune y se hizo justicia”, fueron las palabras de Amarante luego de las magistradas Arlín Ventura, Milagros Ramírez y Leticia Martínez escucharon y acogieron como buenas y válidas las pruebas periciales, materiales y documentales aportadas por las representantes del Ministerio Público y dispusieron que Willy Antonio Javier Monegro, principal imputado y expareja de la víctima, Pedro Alexander Sosa Méndez y Joan José Féliz, cumplan la pena en la cárcel pública del kilómetro 15 de Azua, en donde están recluidos desde que se le dictó la medida de coerción.
Las fiscales litigantes Magalis Sánchez y María Silvestre demostraron los actos de crueldad de la expareja de la víctima, así cómo aunaron un concierto de voluntades para cometer el hecho criminal.
El Ministerio Público también solicitó que el tribunal condenara a Willy Antonio Javier Monegro al pago de las costas penales del proceso judicial. Además, que todos los procesados realizaran el pago simbólico de un peso como indemnización a la víctima.
El órgano acusador indicó, a través de un comunicado de prensa, que los encartados violaron los artículos 265 y 266, del Código Penal Dominicano que tipifican la asociación de malhechores y los 303 y 309 que penalizan la violencia de género e intrafamiliar.