Monseñor Francisco Ozoria, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, fue suspendido por el Vaticano de sus funciones administrativas y económicas de la Arquidiócesis, tras alegarse “mala administración”.
Aunque mantiene su título de arzobispo, un arzobispo coadjutor con facultades especiales asumirá el control de las áreas financieras, patrimoniales y de gestión del clero.
