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viernes 22 noviembre 2024

Pruebas Dudosas | El Informe con Alicia Ortega

El Informe. Transmitido por Color visión en vivo

Por: Luz Colmenares / Color visión

Un robo a mano armada en la avenida José Contreras del Distrito Nacional, suscitado en horas de la madrugada en febrero del año pasado, mantiene a un acusado en prisión preventiva. Es el caso de Juan Miguel Carrero, quien, a pesar de insistir en su inocencia, ha sido incriminado a través de pruebas dudosas que arrojan incongruencias, las cuales se asientan en el testimonio de los asaltados y las acusaciones de los fiscales que instrumentaron el caso.

Los familiares aseguran que se trata de una confusión, y que es necesario que se revise el caso y que la  justicia haga su trabajo. Asimismo, pudo conocerse que tanto la fiscalía de distrito, como la ex magistrada Yudelka Villegas, se negaron a dar entrevistas.

Acerca del caso

A tres meses de haber iniciado como chofer de una plataforma extranjera de taxis, la vida de Carrero dio un giro de 180 grados. El 24 de febrero del año pasado, el joven de 25 años, dejo su último pasajero en las inmediaciones de Villa Mella y atendió el llamado de sus familiares, los cuales recibían la noticia de que el auto que manejaba, había formado parte de un robo. 

 El auto que supuestamente aparece en un video de evidencia del crimen, un Sonata n20 propiedad de Hilario Salvador Zavala, cuñado de Carrero, fue reportado; y con ello, inicio el calvario. Natasha Carrero, hermana del acusado, asegura que el auto del video de donde se bajan los atacantes, es un carro nuevo que no cumple con las descripciones del Sonata n20. Asimismo, señala que cámaras de seguridad del 911 captaron al Sonata cuando se desplazaba al sector El Manguito, pero no lo involucran con el robo.

 El segundo video de evidencia, dicen los familiares, no contaba con fecha ni hora, y luego desapareció. El mismo no formaba parte de la acusación, pero dicen fue fosilizado para señalar a Juan Miguel.

 El plan piloto de la policía nacional, en el sector Honduras del Distrito Nacional, se convirtió en la morada temporal del joven durante 11 días. Tras golpes y maltratos, y luego de gestiones que implicaron el pago de dinero a policías, Carrero sale en libertad. El automóvil solo pudo recuperarse con un segundo pago de los familiares a la policía, y en la nota manuscrita de entrega, se deja constancia de que Yudelka Villegas, magistrada de la fiscalía del caso, autorizo la entrega.

Nueve meses después de los hechos iniciales, conocen que una de las victimas del robo, Francisco Matos, interpuso una querella que termino con la captura de Juan Miguel, su apresamiento durante 15 días en Ciudad Nueva y la posterior medida de coerción. .

 Pruebas dudosas

 El primer día de la audiencia, la madre de Juan Miguel, Josefina Carrero, constato con el fiscal, que su hijo no aparece en el expediente como uno de los acusados. El acta de reconocimiento de personas por fotografía del Ministerio Publico, señala que Matos, el querellante, identifico a Carrero como atacante, y lo acusa de portar el arma de fuego usada en el hecho. A pesar de que el sujeto del expediente señalado no se parece a Carrero, este último fue apresado tres meses en la cárcel de La Victoria.

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 “El soporte de la acusación es el video, y allí Juan Miguel Carrero no hace acto de presencia nunca” así lo señala José Fernando Pérez Volquez, el abogado de Carrero. Asegura que en el video aparecen dos sujetos con una estatura mayor a la de Carrero; además de que la acusación dice que el Juan Miguel encañona con un arma de fuego a las víctimas, mientras que los otros imputados los despojan de sus pertenencias, pero en el video solo se ve a dos personas realizar el atraco.

 Yudelka Villegas como magistrada, y Warnes Robles como quien firmó el documento de reconocimiento de personas por fotografía, son señalados como entes que manipularon los expedientes.

 Por otra parte, Francisco Matos, asegura que Juan Miguel Carrero no se bajó del auto, sino que era quien conducía, aseverando que pudo verlo por la puerta abierta del carro. Este testimonio es desestimado por el abogado de Carrero, pues enfatiza que en una situación de peligro es difícil detallar a los atacantes o al vehículo,  pues la víctima solo quiere salvaguardar su vida.


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