Anthony Edwards aportó 20 puntos para los Wolves, quienes mejoraron su rendimiento en triples, mientras que Curry permanecerá fuera por una distensión en el isquiotibial.
Por Noticias SIN
Julius Randle anotó 24 puntos y 11 asistencias para liderar a los Minnesota Timberwolves en otra actuación irregular, esta vez aprovechando la ausencia de la estrella de los Golden State Warriors, Stephen Curry, en la victoria del jueves por 117-93 que empató la serie de playoffs de segunda ronda a un partido por bando.
Anthony Edwards terminó con 20 puntos tras un susto por lesión para los Wolves, que más que triplicaron su producción de triples (16 de 37) desde su derrota en el primer partido, cuando Curry se vio obligado a abandonar el campo por una distensión en el isquiotibial izquierdo que probablemente lo mantendrá de baja al menos hasta la próxima semana.
Jonathan Kuminga (18 puntos) y Trayce Jackson-Davis (15 puntos) se combinaron para anotar 14 de 17 tiros de campo para los Warriors, que tardaron casi cinco minutos en anotar hasta que el triple de Jimmy Butler detuvo el parcial de 13-0 de los Wolves al inicio del partido.
Con el máximo tirador de triples de la NBA sentado a su lado en el banquillo, el entrenador Steve Kerr aplicó una estrategia de todo tipo de jugadas, con 14 jugadores jugando, incluyendo una docena en los primeros 14 minutos.
Kuminga, la séptima selección global del draft de 2021, quien se salió de la rotación en varias ocasiones durante la temporada regular, brilló como suplente. Pero este equipo de los Warriors ya tenía un ataque débil con un Curry sano.
Contra los Wolves y su defensa atlética, larga y versátil, no tenían mucho en qué apoyarse. Sin Curry de qué preocuparse, a los Wolves les resultó más fácil mantener a raya a los tiradores Buddy Hield y Brandin Podziemski y al hábil y astuto Butler.
Los Warriors registraron su puntuación más baja en el primer cuarto (15) en los playoffs desde el sexto partido de las Finales de la NBA de 2016, según Sportradar, cuando anotaron 11 puntos en la derrota ante Cleveland.
Draymond Green recibió su quinta falta técnica de los playoffs, dos menos que la suspensión automática de un partido, por darle un codazo a Naz Reid después de que este le hubiera cometido una falta. Green se enfureció por la decisión y siguió gritándole al árbitro Tony Brothers durante el tiempo muerto, arriesgándose a recibir una segunda. Curry, preocupado por la expulsión de su amigo, se acercó a la mesa de anotadores para intentar calmar a Green y acompañarlo de vuelta al banquillo.