Por: Natalia Sifontes
El cáncer de mama es la segunda causa de muerte en las mujeres. De acuerdo con el Observatorio Mundial del Cáncer (Globocan), la incidencia de cáncer de mama en América Latina y el Caribe para 2020 fue de 210.100 nuevos casos, y se registraron 57.984 fallecimientos
En este porcentaje entra Sandra Monroy, una joven mexicana que a sus 36 años le tocó batallar con este terrible diagnóstico; su valentía e historia se ha vuelto viral y ha sido inspiración en el mes de la Lucha Contra el Cáncer de Mama
La joven comparte varias fotografías tras su proceso de mastectomía bilateral, operación que le salvó la vida.
“El primer mito es que por ser joven no te va a dar y sí da», afirma Sandra; pero en medio de la mala noticia, un atisbo de luz llegó.
«Te regresan otra vez cuando te dicen: llegaste a tiempo, es una etapa 1», es decir, una fase inicial, noticia que supuso un alivio pues en muchos casos la enfermedad se llega a detectar cuanto está en etapa 3 ó 4; «Cuando el cáncer está muy avanzado queda poco por hacer», comentó Monroy
Sin Senos
Tras el diagnóstico, el médico le explicó a Sandra que era necesario hacer una doble mastectomía, es decir, le iban a extirpar ambas mamas, ya que, aunque el cáncer solo estaba en el seno derecho, de quedarse con el izquierdo la posibilidad de que la enfermedad volviera era de entre 50 y 60%.
Tuvo entonces que «asumir esa parte de que mis pechos se iban a ir y no iban a regresar», y optó por no reconstruir sus mamas. Eligió quedarse “plana”.
«Mis senos se fueron el 5 de julio a mediodía. Les agradecí profundamente porque el cáncer pudiera estar en esa parte del cuerpo y pudiera ser removido, mi historia en mi caso con el cáncer fue corta», celebra
Una nueva vida
Sandra se suma al grupo de sobrevivientes que le ganaron la batalla a esta enfermedad y ha creado “Jódete Cáncer”, una red de acompañamiento para dar apoyo a más mujeres que transitan este proceso, red que cuenta con su propio integran donde día a día comparte su proceso y busca ser una figura de ánimo para toda aquella mujer que le toque pasar por lo mismo.
Aboga además al respeto a la decisión de quienes deciden no reconstruir sus mamas luego de una mastectomía. Reconoce que hay muchas mujeres que tienen el sueño de reconstruir los senos «y habrá quien no».
«Lejos de acomplejarme, esta circunstancia me blindó para mostrar de manera abierta mis cicatrices y decir que aquí no falta nada», concluyó
