Sus playas solitarias, arrecifes de coral y la posibilidad de observar aves exóticas la convierten en un destino ideal para los amantes del ecoturismo.
La Isla Beata se encuentra en el extremo suroeste de la República Dominicana, dentro del Parque Nacional Jaragua, provincia de Pedernales. Está situada a unos 7 km de la costa sur, rodeada por aguas turquesas y arrecifes de coral que la convierten en un santuario natural.

¿Qué hacer en Isla Beata?
- Disfrutar de playas vírgenes: arenas blancas y aguas cristalinas, perfectas para quienes buscan tranquilidad absoluta.
- Buceo y snorkel: explorar arrecifes de coral llenos de vida marina, ideales para amantes del mar.
- Senderismo y observación de aves: la isla es hábitat de especies endémicas y migratorias, un paraíso para fotógrafos y naturalistas.
- Explorar su historia: ruinas coloniales y relatos de piratas que usaban la isla como refugio. Incluso se conservan vestigios de una prisión secreta del régimen de Trujillo.
- Avistamiento de fauna única: iguanas, aves marinas y el diminuto Jaragua Sphaero, uno de los reptiles más pequeños del mundo.
- Visitar la vecina Isla Alto Velo: otro tesoro cercano con biodiversidad y leyendas caribeñas.

¿Cómo llegar?
- El acceso es solo por vía marítima, generalmente desde el puerto de Pedernales.
- Se organizan viajes en bote con pescadores locales o excursiones de ecoturismo autorizadas.
- Debido a su carácter protegido, se recomienda coordinar la visita con guías certificados para garantizar seguridad y respeto al entorno.
Si buscas un destino auténtico, virgen y lleno de historia, Isla Beata es tu lugar. Aquí no encontrarás grandes hoteles ni multitudes, sino la oportunidad de conectar con la naturaleza en su estado más puro. Es un viaje para aventureros, amantes del ecoturismo y quienes desean descubrir un rincón del Caribe que aún guarda secretos.
