SAN FRANCISCO.- Un experimento llevado a cabo por el diario estadounidense “The Washington Post” halló que su sistema informático recibió más de 11.000 peticiones de “cookies” publicitarias durante una semana que se hubieran descargado automáticamente en caso de utilizar el buscador de Google, Chrome.
El experimento fue llevado a cabo por el columnista de tecnología del rotativo estadounidense Geoffrey Fowler, quien durante una semana entera realizó las mismas actividades online que normalmente lleva a cabo con Chrome (el más usado del mundo) con el buscador Firefox de la empresa sin ánimo de lucro Mozilla.
A diferencia de Chrome, que descarga automáticamente las “cookies” de cada página web en el sistema del usuario, Firefox (igual que Safari de Apple) alerta al internauta cuando un portal solicita descargar estas “galletas”, lo que le permitió llevar la cuenta, que alcanzó las 11.189 peticiones.
Las “cookies” son pedazos de información que las páginas web descargan en el sistema informático y que contienen datos relativos a la privacidad o las actividades del usuario (por ejemplo nombres de usuario y contraseñas, búsquedas de productos, contenidos de los carros de la compra virtuales, etc.).
Fueron creadas a mediados de los años noventa con el objetivo de que el internauta no tuviese que volver a introducir estos datos cada vez que accediese al sitio web, así como para facilitar la navegación online y reducir las interrupciones sin sobrecargar de información los servidores.
Sin embargo, rápidamente se les encontró otra utilidad: llevar a cabo un “seguimiento” de la actividad y de las características del internauta para así poderle mostrar anuncios personalizados que encajen mejor con sus intereses y afinidades, un lucrativo negocio que en los últimos años ha sido dominado fundamentalmente por dos empresas: Google y Facebook.
Así, por ejemplo, cuando un internauta accede a la página web de un tercero que nada tenga que ver con Google o Facebook, si esta web tiene la opción de dar “Me gusta” a su perfil en la red social o muestra anuncios promocionados por Google, estas dos empresas tendrán acceso a las “cookies” del usuario si el navegador lo permite.
Por ello, desde The Washington Post recomendaron directamente a los lectores a los que preocupe la privacidad de sus datos dejar de utilizar Chrome y navegar en la red con Firefox o Safari, mucho más restrictivos a la hora de permitir el envío de “cookies” publicitarias.