Detrás del brillo de los estadios y la admiración del público, también han surgido historias que contrastan con la gloria del juego
Por Yohanna Guzmán
La República Dominicana ha sido cuna de grandes talentos que han dejado una huella imborrable en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB). Desde jonrones históricos hasta actuaciones estelares en el montículo, los peloteros dominicanos han elevado el prestigio del país en el escenario deportivo internacional. Sin embargo, detrás del brillo de los estadios y la admiración del público, también han surgido historias que contrastan con la gloria del juego: varios jugadores han enfrentado problemas judiciales que han puesto en entredicho su reputación y su legado. Esta investigación explora algunos de los casos más significativos, analizando no solo los hechos, sino también el impacto social y mediático que generan cuando la fama y el éxito se ven empañados por la controversia legal.
Entre los peloteros dominicanos que se han visto envueltos en problemas legales se encuentran:
Wander Franco
El campocorto de los Tampa Bay Rays fue condenado en junio de 2025 a dos años de prisión suspendida por abuso sexual de una menor de edad en República Dominicana. El tribunal determinó que Franco sostuvo una relación inapropiada con una adolescente, lo que violó la ley dominicana. Como parte de su condena, tiene prohibido acercarse a menores de edad, y si incumple esta condición, deberá cumplir la pena en prisión.
Además, enfrenta otro proceso judicial por porte ilegal de arma de fuego, tras un incidente en el que se encontró un arma en el vehículo en el que se transportaba. La MLB suspendió a Franco desde 2023 y su futuro profesional permanece incierto.
Antes del escándalo legal, Wander Franco tenía uno de los contratos más lucrativos para un jugador joven en la historia de la MLB. En noviembre de 2021, firmó una extensión con los Tampa Bay Rays por 11 años y 182 millones de dólares, con la posibilidad de alcanzar 223 millones si se cumplían ciertas metas y se ejercía una opción adicional.
Cuando en agosto de 2023 surgieron las primeras acusaciones por abuso sexual de una menor, los Rays colocaron a Franco en la lista restringida, lo que significa que no podía jugar ni entrenar con el equipo, aunque inicialmente seguía recibiendo su salario. Sin embargo, desde julio de 2024, dejó de percibir ingresos del contrato, y su estatus quedó congelado.
Además, su situación migratoria se complicó: su visa estadounidense fue revocada tras la condena, lo que le impide regresar legalmente a EE. UU. y, por tanto, continuar su carrera en la MLB. Aunque aún tiene derecho a apelar la sentencia en República Dominicana, el contrato está en pausa y los Rays podrían intentar rescindirlo invocando cláusulas de conducta.
Miguel Tejada
El exjugador y MVP de la MLB fue condenado en 2019 a seis meses de prisión por emitir cheques sin fondos como parte de una deuda personal. Sin embargo, en 2024, el Tribunal Constitucional anuló la sentencia, alegando que se violaron sus derechos al debido proceso y que el acto de protesto del cheque fue realizado por un funcionario sin competencia legal.
El caso fue devuelto a la Suprema Corte de Justicia para ser revisado nuevamente, por lo que la condena quedó suspendida y el proceso sigue abierto.
Antes de enfrentar problemas judiciales, Miguel Tejada firmó uno de los contratos más importantes de su carrera en 2004: un acuerdo por 6 años y 72 millones de dólares con los Baltimore Orioles. Este contrato lo convirtió en uno de los campocortos mejor pagados de la época y reflejaba su estatus como uno de los jugadores más valiosos de la liga, especialmente tras ganar el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana en 2002.
Después de ese contrato, Tejada firmó varios acuerdos de menor duración y monto con otros equipos, como los Padres de San Diego, Gigantes de San Francisco, y Reales de Kansas City, incluyendo un contrato de 1 año por 1,1 millones de dólares en 2013.
Juan Encarnación
El exjardinero de Grandes Ligas fue arrestado en 2021 tras ser acusado de agresión sexual contra su hija menor de edad. Según el expediente, el hecho ocurrió mientras la menor dormía en su habitación. El tribunal le impuso tres meses de prisión preventiva en la cárcel de Najayo mientras se investigaba el caso.
En 2022, Encarnación fue liberado por falta de pruebas suficientes, aunque el caso generó gran controversia y afectó seriamente su imagen pública.
Antes de enfrentar problemas legales, Juan Encarnación firmó su último gran contrato en diciembre de 2005 con los St. Louis Cardinals: un acuerdo por 3 años y 15 millones de dólares. Este contrato reflejaba su valor como jardinero experimentado, tras una sólida temporada con los Marlins de Florida.
Durante su carrera en la MLB, Encarnación también firmó otros contratos importantes, como el de dos años y 8 millones de dólares con los Dodgers de Los Ángeles en 2003, luego de ser transferido desde los Marlins. En ese momento, venía de una temporada destacada con 94 carreras impulsadas y 19 jonrones.
Su carrera terminó abruptamente en 2007, cuando una pelota bateada de foul lo golpeó en el ojo mientras estaba en el dugout, provocándole una lesión ocular severa que lo obligó a retirarse.
La revisión de los casos de Wander Franco, Miguel Tejada y Juan Encarnación nos deja una conclusión clara y multifacética:
El talento deportivo no garantiza una conducta ejemplar fuera del terreno de juego, y cuando figuras públicas caen en conflictos legales, el impacto trasciende lo personal: afecta su carrera, su legado y la percepción del público sobre el deporte que representan.
– En el caso de Wander Franco, vemos cómo una promesa millonaria y una carrera ascendente pueden derrumbarse de forma vertiginosa por actos personales cuestionables.
– Lo de Miguel Tejada muestra cómo incluso después del retiro, las decisiones financieras y legales mal manejadas pueden empañar la imagen de un jugador que llegó a lo más alto con un MVP.
– Y con Juan Encarnación, se evidencia cómo una acusación delicada, aunque eventualmente archivada, puede destruir reputaciones y romper vínculos personales profundos.
Estos ejemplos invitan a reflexionar sobre la importancia de la formación ética y emocional de los atletas desde etapas tempranas, así como la necesidad de que ligas como la MLB refuercen mecanismos de prevención y acompañamiento. La gloria deportiva puede ser efímera; la integridad personal, en cambio, es la que sostiene el legado a lo largo del tiempo.
