Ubicada en la costa noreste del país, la península de Samaná es uno de los destinos más espectaculares de República Dominicana. Rodeada por el océano Atlántico y la bahía de Samaná, esta región combina playas vírgenes, selva tropical, historia taína y una vibrante vida local que enamora a todo el que la visite.
Por Yohanna Guzmán
Samaná es una zona verde y montañosa, con ríos cristalinos, acantilados y playas de arena blanca.
Conserva un ambiente tranquilo y auténtico, lejos del turismo masivo.
Su gente es cálida y hospitalaria, con una rica herencia cultural afroamericana, europea y taína.
Está conectada por modernas carreteras y cuenta con el Aeropuerto Internacional El Catey.

Explorar playas paradisíacas
En Samaná se pueden explorar playas paradisíacas como:
Playa Rincón: considerada una de las más bellas del Caribe.
Playa Frontón y Playa Madama: accesibles en bote desde Las Galeras, rodeadas de acantilados y vegetación.
Playa Cosón y Playa Bonita: ideales para nadar, caminar y disfrutar de la gastronomía local.

Avistamiento de ballenas jorobadas
En esta zona de la isla desde enero y hasta el mes de marzo, se pueden apreciar las ballenas jorobadas y es que miles de ellas llegan en esa fecha a la bahía para aparearse.
Lo mejor de todo es que puedes tomar excursiones en barco desde Santa Bárbara de Samaná para verlas de cerca.

Senderismo y naturaleza
Lo mejor de todo es que Samaná no es solo playa, sol y arena, aquí también puedes disfrutar de otro tipo de actividades al aire libre, como el Senderismo, y para ello es recomendable visitar:
Salto El Limón: es una cascada de 40 metros rodeada de selva tropical, que solo es accesible por senderos o a caballo.
Y el Parque Nacional Los Haitises: allí podrás disfrutar de la vista de, manglares, cuevas con pictografías taínas y formaciones rocosas únicas.
Para subir el nivel a la aventura puedes realizar excursiones en barco
Allí podrías visitar Cayo Levantado (Isla Bacardí): con sus espectaculares aguas turquesas, palmeras y una playa de ensueño.
También está el Río Caño Frío: es una piscina natural rodeada de manglares, perfecta para relajarse.

Miradores y pueblos pintorescos
Si la idea es conoces todos los aspectos de la zona y no sola las playas sería ideal conocer miradores y pueblos pintorescos con los que te puedes desconectar de la rutina completamente. Para eso está
Monte Rojo: con hermosas vistas panorámicas de la bahía y Cayo Levantado.
También están Las Terrenas y Las Galeras: unos pueblos costeros con ambiente bohemio, restaurantes y vida nocturna que te ayudarán a disfrutar el viaje y desconectarte de la rutina diaria.
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Cultura e historia
Como Samaná tienes entretenimiento para todos los gustos también puedes visitar los Museo de la Ballena y Taino Park: unos espacios educativos sobre la fauna marina y los pueblos originarios.
Y si quieres algo de artesanía lo idea es conocer Santa Bárbara de Samaná: la capital de la provincia, con malecón, casas coloniales y tiendas de productos locales hechos a mano.

Samaná es un destino que lo tiene todo: naturaleza, cultura, aventura y tranquilidad. Ideal para quienes buscan desconectar, explorar y vivir el Caribe en su forma más auténtica.