Plataformas digitales como TikTok Live y Roblox se han convertido en escenarios donde miles de niños y adolescentes participan en dinámicas que exponen riesgos de manipulación y explotación.
En transmisiones en vivo, los espectadores envían regalos virtuales convertidos en dinero real, incentivando a menores a cumplir retos o peticiones cada vez más arriesgadas. En Roblox, el sistema de Robux fomenta que los niños obedezcan instrucciones de otros usuarios para obtener recompensas digitales.
Especialistas en psicología infantil advierten que estas prácticas generan dependencia emocional, adicción digital y una peligrosa asociación entre obediencia y recompensa económica. Organizaciones de protección infantil han solicitado mayor regulación, alertando que el entretenimiento no debe convertirse en un espacio de manipulación.
