Unas lluvias tan intensas en abril resultan inusuales», señaló Rafay Alam, experto medioambiental paquistaní, destacando el probable papel del cambio climático en este fenómeno.
Las recientes inundaciones repentinas en Afganistán han dejado una estela de destrucción, afectando a numerosos cultivos y más de 85 kilómetros de carreteras, según informes de las autoridades locales. Se estima que cerca de 23.000 familias han requerido asistencia debido a los estragos provocados por este desastre natural, que ha golpeado 20 de las 34 provincias del país.
«Unas lluvias tan intensas en abril resultan inusuales», señaló Rafay Alam, experto medioambiental paquistaní, destacando el probable papel del cambio climático en este fenómeno. Alam advirtió que este evento extremo es solo una muestra más de los impactos cada vez más evidentes del cambio climático en la región.
Pakistán, uno de los países más poblados del mundo, se encuentra entre los más amenazados por el cambio climático. Los eventos climáticos extremos, como las inundaciones sin precedentes de 2022, que afectaron a más de 33 millones de personas y cobraron más de 1.700 vidas, son un recordatorio sombrío de la urgencia de abordar este desafío global.
El monzón, programado para comenzar en junio, es crucial para reponer los recursos hídricos de Asia del Sur, pero también trae consigo el riesgo de tragedias y destrucción. Si bien aporta entre el 70 y el 80% de las precipitaciones anuales en la región, también puede desencadenar inundaciones catastróficas.
En este contexto, hacemos un llamado urgente a la acción global para abordar el cambio climático y fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables en todo el mundo. Es fundamental adoptar medidas concretas para mitigar los impactos del cambio climático y prepararse para enfrentar eventos extremos con mayor eficacia.
