“El ejercicio es el rey. La nutrición es la reina. Ponlos juntos y tendrás un reino”
Jack Lalanne
Por: Maholi Albuez
¿Te preocupan el medioambiente y el futuro de tus hijos? Entonces trata de ser más selectivo con lo que comes y dónde lo compras. Sin saberlo, con tus hábitos de consumo puedes estar perjudicando al planeta. Pequeños cambios pueden marcar una diferencia. De eso se trata la alimentación sostenible, un concepto que cada vez va tomando más fuerza.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la alimentación sostenible como dietas que generan un impacto ambiental reducido y contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional, protegiendo la biodiversidad y respetando los ecosistemas. Este enfoque optimiza los recursos naturales y humanos, garantizando una vida saludable para las generaciones actuales y futuras.
Quizás te interese: ¿Qué es la Rumiación Nocturna? Descubriendo y Abordando el Fenómeno
La necesidad de adoptar la alimentación sostenible es urgente. La industria alimentaria es responsable del 30% del consumo energético mundial y del 22% de los gases que provocan el cambio climático, según la ONU. Se estima que, para el 2050, la población mundial llegará a los 9 mil millones de personas, requiriendo un 60% más de alimentos. Modificar la alimentación para hacerla más sostenible podría reducir el efecto invernadero en un 31%, el consumo de agua en un 17%, y el uso de tierra disponible en un 34%, según la Asociación Dietética Británica.
Aunque la meta de adoptar la alimentación sostenible puede parecer ambiciosa, miles de personas ya practican estos hábitos, como lo demuestran iniciativas en lugares como Hawaii. Allí, personas como Maraya Ben Joseph González practican la agricultura sostenible, compartiendo alimentos con una cooperativa de familias y fomentando la conexión con la naturaleza.
Para una alimentación más sostenible, la Universidad de Harvard y otras organizaciones ofrecen consejos prácticos. Reducir el consumo de carnes, aumentar la ingesta de vegetales y frutas, evitar el desperdicio alimentario, optar por productos agroecológicos, comprar en mercados locales, reducir el consumo de alimentos procesados y reflexionar sobre el origen de los alimentos son algunas de las recomendaciones.
En resumen, la alimentación sostenible no solo es una opción ética, sino una necesidad imperante para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro saludable para las generaciones venideras. Cada elección que hagas en tu alimentación puede marcar la diferencia y contribuir al bienestar del medioambiente y de tus hijos. Adoptar pequeños cambios hoy puede tener un impacto significativo mañana.