La importancia de la cartera en el contexto diplomático, a lo largo de la historia, se ha convertido en un símbolo de poder y autoridad.
Por Aguamiel Mendoza
Los primeros bolsos o carteras surgen en el antiguo Egipto, donde se utilizaban bolsas atadas a la cintura para llevar semillas y otros objetos. En el siglo XVIII, las mujeres de la alta sociedad comenzaron a usar el «reticule». Este bolso pequeño y decorativo se llevaba a mano y era considerado indispensable para completar el atuendo femenino. El siglo XX marcó un punto en la historia del bolso femenino. Con el auge de diseñadores icónicos como Coco Chanel y Christian Dior.
El bolso o cartera, es un símbolo de comunicación y poder actúa como una herramienta de comunicación no verbal en el contexto diplomático.
La reina Isabel II, fue un ejemplo notable; utilizaba su cartera para enviar mensajes discretos a su personal, como indicar que deseaba finalizar una conversación al cambiarlo de brazo.
En ceremonias y eventos diplomáticos, la forma en que se lleva la cartera es crucial, está ligado a un protocolo que refleja la formalidad y el respeto es un accesorio que puede tener un impacto significativo en la dinámica social.
Sin embargo, una cartera azul, ha generado varios comentarios en las redes sociales. El episodio comenzó cuando María Corina Machado, líder opositora de Venezuela después de su liberación, reveló que había perdido su «carterita azul» durante el ataque que sufrió luego de salir de la concentración del 9 de enero.
Su declaración resonó en las redes sociales, y provocó especulaciones sobre un posible mensaje cifrado detrás de este objeto. La viralización de su comentario llevó a muchas formas de interpretar la cartera azul. Además, la repercusión internacional del tema ha sido notable. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, hizo una publicación en redes sociales que incluía una imagen de una cartera azul similar a la mencionada por Machado.