El Mago Edwin no vino a hacer magia, vino a jugar con la psicología de los jueces. Entro en la mente, leyó y adivinó sus pensamientos.
Trajo una propuesta única: combina magia con psicología y conecta el escenario con la mente. Su enfoque no se basa solo en trucos, sino en experiencias mentales, donde la sugestión, la intuición y la emoción se convierten en protagonistas.
El Mago Edwin no vino a hacer magia, vino a jugar con la psicología de los jueces. Entro en la mente, leyó y adivinó sus pensamientos.
Trajo una propuesta única: combina magia con psicología y conecta el escenario con la mente. Su enfoque no se basa solo en trucos, sino en experiencias mentales, donde la sugestión, la intuición y la emoción se convierten en protagonistas.