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martes 01 julio 2025

Interactuar con perros aumenta las ondas cerebrales ligadas al alivio del estrés

Los participantes declararon sentirse significativamente menos fatigados, deprimidos y estresados después de todas las actividades relacionadas con el perro.

Redacción: En el ajetreo de la vida moderna, el estrés se ha convertido en un compañero constante para muchos. Desde las exigencias laborales hasta las presiones personales, encontrar maneras efectivas de mitigar esta carga es crucial para nuestra salud y bienestar. Aunque existen numerosas estrategias para combatir el estrés, una de las más reconfortantes y efectivas es la interacción con perros. Más allá de la compañía y el afecto que ofrecen, la ciencia ha comenzado a revelar cómo el simple acto de pasar tiempo con un canino puede tener un impacto profundo en nuestras ondas cerebrales, promoviendo un estado de calma y reduciendo la tensión.

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La clave de este fenómeno reside en la modulación de las ondas cerebrales, específicamente aquellas asociadas con la relajación y el procesamiento emocional. Estudios recientes han demostrado que acariciar, jugar o incluso simplemente estar en presencia de un perro puede aumentar las ondas alfa y theta en el cerebro. Las ondas alfa están ligadas a un estado de vigilancia relajada, similar al que se experimenta durante la meditación o la contemplación tranquila. Por otro lado, las ondas theta se asocian con estados de relajación profunda, creatividad y una mayor receptividad al aprendizaje. El incremento de estas ondas contrarresta la predominancia de las ondas beta, que son comunes en estados de ansiedad, estrés y alta concentración mental.

Este efecto se debe a una compleja interacción de factores fisiológicos y psicológicos. Cuando interactuamos con un perro, nuestro cuerpo libera oxitocina, a menudo conocida como la «hormona del amor» o del «abrazo». La oxitocina es un neuropéptido que promueve sentimientos de apego, confianza y bienestar, y se ha demostrado que reduce los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés. Simultáneamente, se observa una disminución en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, indicadores fisiológicos directos de un estado de relajación.

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Además de los cambios bioquímicos y cerebrales, la interacción con perros ofrece beneficios conductuales que contribuyen al alivio del estrés. Sacar a pasear a un perro, por ejemplo, fomenta la actividad física, lo cual es un potente reductor del estrés por sí mismo. La necesidad de cuidar a una mascota también introduce una rutina y un propósito en la vida de una persona, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que se sienten abrumados o solos. Los perros son maestros en el mindfulness; viven el momento presente y pueden enseñarnos a hacer lo mismo, distrayéndonos de las preocupaciones futuras o los arrepentimientos pasados. Su afecto incondicional y su entusiasmo contagioso nos invitan a desconectar del estrés diario y a reconectar con la alegría simple de la vida.

En el ámbito terapéutico, la terapia asistida con animales (TAA), particularmente con perros, ha ganado reconocimiento como una intervención eficaz para diversas condiciones, incluyendo el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad y la depresión. Pacientes en hospitales, veteranos y personas mayores han experimentado mejoras significativas en su estado de ánimo y reducción de los niveles de estrés gracias a la presencia de perros entrenados. Estos programas no solo proporcionan consuelo emocional, sino que también estimulan la comunicación y la socialización, combatiendo el aislamiento, un factor que a menudo exacerba el estrés.

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En conclusión, la conexión entre humanos y perros es mucho más profunda de lo que la ciencia ha podido cuantificar plenamente. La interacción con estos leales compañeros no solo nos brinda amor y compañía, sino que también nos ofrece una herramienta poderosa y natural para aumentar las ondas cerebrales ligadas al alivio del estrés. Incorporar a un perro en nuestras vidas, ya sea como mascota, a través del voluntariado en refugios o participando en programas de terapia, es una inversión valiosa en nuestra salud mental y bienestar general. En un mundo cada vez más estresante, nuestros amigos de cuatro patas nos recuerdan la simplicidad y la eficacia de una caricia, una cola moviéndose y un amor incondicional para encontrar la paz interior.

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