Durante toda la noche, las explosiones mantuvieron en vilo a los habitantes del enclave.
Horas antes del inicio de la ofensiva terrestre, el Ejército israelí destruyó la torre Ghafri, la más alta de la Franja, de 18 pisos y 60 apartamentos. Era una de las pocas que todavía quedaba en pie, después de que más del 85% del enclave estuviera ya bajo las ruinas.