Entonces Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?(Juan 11:25-26)
Hoy, 15 de agosto de 2025, compartimos el versículo.(Juan 11:25-26)
Este versículo es parte de una conversación que Jesús tuvo con Marta. El hermano de Marta y María, Lázaro, había muerto unos días antes. Lázaro se había enfermado, por lo que enviaron un mensaje a Jesús de que viniera lo más pronto posible. Pero cuando Jesús llegó, Lázaro ya estaba muerto.
En medio de la conversación, Jesús le aseguró a Marta: «Tu hermano resucitará» (Juan 11:23). Marta le contestó que ella sabía que resucitaría en el día final (Juan 11:24). ¿La respuesta de Jesús? «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera.» Mientras Marta hablaba sobre el futuro eterno con Jesús y la resurrección de los muertos en el día final, Jesús le aseguró que todo aquel que le conoce a él, tiene y disfruta de la resurrección y la vida. No tiene que esperar al futuro.
El que conoce a Jesús y le acepta como su Señor y Salvador puede tener la certeza de que, aunque su cuerpo físico muera, su espíritu vivirá con Dios por la eternidad. La muerte física del creyente abre la puerta a la vida eterna con Jesús.
Más adelante, en ese capítulo de Juan, vemos que Jesús resucitó a Lázaro. El poder de Jesús para sanar y resucitar quedó manifiesto, pero todavía más importante es su poder para conceder vida eterna a todos los que se rinden ante él. Todo el que cree en Jesús vivirá, aunque muera.¿Recuerdas momentos en los que Dios obró de una forma maravillosa? Como David, puedes fortalecer tu fe al recordar la obra de Dios en tu vida a lo largo de los años. Recuerda cómo él manifestó su poder entonces, cómo te protegió y te ayudó. Hoy también puedes sentirte firme y seguro en Dios: él es tu roca y en él te puedes refugiar.