El mito se basa en la creencia de que la fuerza gravitacional de la luna durante un eclipse podría tener un efecto similar en el organismo humano, compuesto principalmente de agua.
En medio de la creciente especulación sobre los posibles efectos de los eclipses en el peso corporal, la física Julieta Fierro, reconocida experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desmiente este mito arraigado en una reciente declaración a UNAM Global.
«Aunque todos quisiéramos que este mito fuera verdad, la realidad es que no existe evidencia científica de que el eclipse tenga algún efecto en nuestro peso corporal», afirmó Fierro, despejando las dudas que han circulado en torno a este tema.
El mito se basa en la creencia de que la fuerza gravitacional de la luna durante un eclipse podría tener un efecto similar en el organismo humano, compuesto principalmente de agua. Sin embargo, Fierro subraya que estas fuerzas no son capaces de influir en la cantidad de kilogramos que aparecen en la báscula.
Este desmentido busca proporcionar claridad científica en medio de la confusión pública sobre este tema.
Además, Fierro ofreció una perspectiva histórica sobre la percepción de los eclipses en las antiguas civilizaciones, destacando que los antiguos mayas y otras comunidades prehispánicas solían temer estos eventos, creyendo que podrían significar el fin del mundo.
«Las antiguas civilizaciones solían temer en gran medida a los eclipses ya que pensaban que el sol podría no volver a aparecer jamás», explicó Fierro. «Esto se pensaba porque solían creer que el eclipse era un castigo de los dioses hacia los humanos por su mal comportamiento y que su penitencia era vivir en la oscuridad eterna».
Otra creencia común era que un demonio se había robado el sol, alimentando el terror entre las comunidades. Los antiguos mesoamericanos, en un intento por ahuyentar al demonio y restaurar la luz, solían hacer mucho ruido durante el eclipse, con gritos o golpeando objetos.