Durante el asueto de Semana Santa cada año miles de dominicanos se movilizan por todo el Territorio Nacional, y su impacto se percibe en las carreteras, balnearios, playas y otros puntos de descanso y diversión
Sin embargo, dicho asunto no solo entraña el descanso y el compartir en familia, sino que también lleva consigo tristeza y dolor como consecuencias de la estela de muertes que deja cada versión de la Semana Mayor.