Zelensky ha llegado a Turquía para buscar un camino hacia la paz tras tres años de guerra devastadora, mientras Putin brilla por su ausencia en estas cruciales negociaciones
Redacción.-Según la ONU, este conflicto ha dejado más de 12.000 civiles ucranianos muertos y decenas de miles de soldados fallecidos en ambos bandos. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se encuentra ahora en una posición frustrante, enfrentando una delegación rusa que él mismo describió como «meramente decorativa», situada en Estambul a más de 400 kilómetros de las conversaciones principales en Ankara. Mientras tanto, la línea del frente en Ucrania se extiende aproximadamente a lo largo de 1.000 kilómetros, y al menos cinco civiles murieron y 29 resultaron heridos en el último día de combates. A pesar de este panorama desalentador, el ministro turco de Exteriores, Hakan Fidan, ha señalado que «finalmente hay una ventana de oportunidad» para las conversaciones de paz.
Zelensky llega a Turquía y exige diálogo directo con Putin
Esta mañana, el presidente Volodimir Zelensky aterrizó en Ankara para participar en las conversaciones de paz propuestas inicialmente por Vladimir Putin. Al llegar al aeropuerto, Zelensky no ocultó su frustración por la ausencia del líder ruso, calificando a la delegación enviada por Moscú como «meramente decorativa».
El mandatario ucraniano fue recibido con todos los honores por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien lo esperaba con una guardia de honor en el palacio presidencial. Durante la ceremonia, participaron altos funcionarios turcos, incluyendo el jefe de los servicios secretos Ibrahim Kalin y el ministro de Defensa Yasar Güler.
Zelensky viajó acompañado de una delegación de alto nivel que incluye al ministro de Defensa Rustem Umerov, al ministro de Exteriores Andrii Sybiha y al jefe de la oficina presidencial Andriy Yermak. Sin embargo, su posición ha sido clara desde el principio: «Zelensky se sentará a la mesa de negociaciones sólo con Putin», según reiteró su asesor presidencial Mykhailo Podolyak.
A pesar de la ausencia del presidente ruso, el líder ucraniano decidió enviar parte de su comitiva a Estambul para iniciar conversaciones preliminares. En conferencia de prensa, Zelensky afirmó que la delegación rusa «no incluye a nadie que realmente tome decisiones», pero que enviaría funcionarios a Estambul para demostrar la voluntad de Ucrania de buscar una solución pacífica.

El presidente ucraniano había desafiado a Putin a encontrarse personalmente en Turquía después de que el Kremlin propusiera conversaciones de paz sin condiciones previas ni alto el fuego. «Si Vladimir Putin se niega a venir a Turquía, será la señal definitiva de que Rusia no quiere poner fin a esta guerra», declaró Andrii Yermak antes del encuentro.
Por su parte, Erdogan ha subrayado «la postura turca de que un alto el fuego y unas negociaciones de paz deben empezar sin perder tiempo», posicionándose como mediador clave en este conflicto que ya cumple tres años.
Putin se ausenta y envía delegación sin poder de decisión
A pesar de las expectativas generadas, el presidente Vladimir Putin ha decidido no asistir personalmente a las conversaciones de paz en Turquía. El Kremlin confirmó oficialmente que «no hay tales planes en este momento», enviando en su lugar una delegación de perfil técnico a Estambul, localidad situada a más de 400 kilómetros de Ankara donde se encuentra Zelensky.
La delegación rusa está encabezada por Vladimir Medinsky, asesor presidencial para asuntos culturales y quien ya lideró las conversaciones fallidas con Kiev en 2022. Lo acompañan el viceministro de Relaciones Exteriores Mijaíl Galuzin, el viceministro de Defensa Alexander Fomin e Igor Kostyukov, director de la Dirección Principal de Inteligencia del GRU.
Esta representación de bajo nivel contrasta notablemente con la delegación ucraniana de alto perfil. Según Zelensky, el equipo negociador ruso «parece una farsa» y «no incluye a nadie que realmente tome decisiones». La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, respondió a estas declaraciones tratando al presidente ucraniano de «payaso».
Sin embargo, Medinsky afirmó que la delegación «ha sido aprobada por el presidente de Rusia y tiene plena autoridad para llevar a cabo las negociaciones». Además, aseguró que Rusia está lista para «posibles compromisos» y para discutirlos con los representantes ucranianos.
Es importante señalar que, aunque Putin no viajó a Turquía, celebró el miércoles por la noche una reunión con altos funcionarios del gobierno y miembros de la delegación para preparar las conversaciones. Esta reunión contó con la presencia del ministro de Exteriores y el jefe del Estado Mayor, entre otros.
Desde Estonia, país miembro de la OTAN, se calificó la delegación rusa como una «bofetada en la cara». Por su parte, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que hizo escala en Rusia procedente de China, instó por teléfono a Putin a viajar a Turquía para negociar una salida a la guerra.
Líderes internacionales reaccionan ante el estancamiento
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar tras la ausencia de Putin en las conversaciones de Estambul. El presidente estadounidense Donald Trump declaró desde su avión presidencial mientras volaba hacia Emiratos Árabes Unidos: «No creo que vaya a pasar nada, les guste o no, hasta que él y yo nos reunamos». Esta afirmación subraya el papel central que Trump intenta mantener en las negociaciones, a pesar de no haber asistido personalmente a Turquía.
Mientras tanto, los ministros de Exteriores de la OTAN han expresado fuertes críticas hacia Putin. El ministro polaco Radoslaw Sikorski señaló: «El presidente Zelensky está aquí en Turquía preparado para hablar sobre la paz, mientras que Vladímir Putin ha enviado una delegación de bajo nivel solo para ganar tiempo». Su homólogo checo Jan Lipavsk fue más directo al calificar a Putin de «cobarde» por su ausencia.
Anteriormente, los líderes de Reino Unido, Francia, Alemania y Polonia, junto con Zelensky, habían acordado exigir un alto el fuego incondicional de 30 días a partir del 12 de mayo. «En caso de que se viole el alto el fuego, se prepararán sanciones masivas, en coordinación entre los europeos y Estados Unidos», advirtió el presidente francés Emmanuel Macron.
Por otra parte, el canciller alemán Friedrich Merz ha sido enfático: «Primero deben callar las armas, luego podrán comenzar las conversaciones». Esta posición refleja el consenso europeo de que un alto el fuego debe preceder a cualquier negociación sustantiva.
A pesar de estos desacuerdos, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha reafirmado su disposición para acoger un encuentro directo entre Zelensky y Putin «cuando estén listos». Además, Turquía se ha ofrecido para supervisar un eventual alto el fuego, según reveló una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores turco.
Sin embargo, las acciones rusas contradicen las palabras de paz. A pesar de los llamados occidentales, Rusia ignoró la propuesta de una pausa de 30 días y lanzó 166 ataques en las 24 horas previas a las conversaciones, demostrando que el camino hacia la paz sigue enfrentando obstáculos significativos mientras los líderes mundiales intentan encontrar una salida al conflicto.
Perspectivas para el proceso de paz
El panorama diplomático, sin duda, permanece sombrío mientras Zelensky busca negociaciones directas con su homólogo ruso. Ciertamente, la ausencia de Putin en Turquía envía un mensaje preocupante sobre las verdaderas intenciones del Kremlin respecto a la resolución del conflicto. A pesar de todo, el esfuerzo mediador de Erdogan representa una luz de esperanza en un horizonte oscurecido por tres años de guerra devastadora.
La distancia física entre ambas delegaciones —una en Ankara y otra en Estambul— simboliza perfectamente el abismo que separa las posiciones de ambos países. Por otro lado, la comunidad internacional ha mostrado su escepticismo ante una delegación rusa que, según múltiples observadores, carece de autoridad real para tomar decisiones trascendentales.
Los ataques continuados durante las conversaciones demuestran, además, que Rusia mantiene su estrategia dual: hablar de paz mientras intensifica las acciones militares. Debido a esta contradicción, muchos analistas consideran estas negociaciones como un ejercicio más de propaganda que de diplomacia genuina.
La postura de Zelensky se mantiene firme: únicamente un diálogo directo con Putin podría generar avances significativos. Mientras tanto, los países occidentales presionan por un alto el fuego como condición previa para cualquier negociación sustancial. Al final, el destino de millones de ucranianos sigue pendiendo de decisiones que parecen estar lejos de resolverse en estas conversaciones preliminares.
Este encuentro en Turquía, aunque frustrado por la ausencia del líder ruso, podría eventualmente sentar las bases para futuros diálogos más productivos. No obstante, mientras los bombardeos continúan y la delegación rusa carece de poder real, las perspectivas inmediatas para la paz siguen siendo, lamentablemente, poco prometedoras.