El expresidente colombiano Álvaro Uribe es absuelto en segunda instancia de una condena por soborno y fraude procesal, en un fallo histórico del Tribunal Superior de Bogotá que revoca la sentencia de primera instancia que lo había condenado a 12 años de prisión domiciliaria.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá determinó que no existían pruebas suficientes para sostener la condena por soborno en actuación penal y fraude procesal.
Con esta decisión, se dejan sin efecto las conclusiones de la jueza Sandra Heredia, quien en julio había dictado la condena contra el exmandatario.
El tribunal cuestionó la validez de las interceptaciones telefónicas y de varios testimonios, señalando inconsistencias en la investigación.
Reacción de Álvaro Uribe
- Tras conocerse el fallo, Uribe declaró: “La majestad de la Justicia tiene que estar por encima de la política”.
- Agradeció a sus seguidores y reiteró que siempre confió en que la verdad saldría a la luz.
- El expresidente, líder del partido Centro Democrático, insistió en que fue víctima de una persecución política.
Contexto del caso
- El proceso contra Uribe se remonta a más de 10 años, cuando denunció al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos.
- La investigación dio un giro cuando la Corte Suprema encontró indicios de que era Uribe quien habría intentado influir en exparamilitares para que declararan a su favor.
- En primera instancia, la jueza lo había condenado a 12 años de arresto domiciliario, decisión que ahora queda anulada.
Reacciones políticas
- La absolución ha generado un fuerte debate en Colombia:
- Sectores de oposición la califican como un ejemplo de impunidad.
- Sus seguidores la celebran como una victoria de la justicia sobre la persecución política.
- El presidente Gustavo Petro convocó a movilizaciones en rechazo al fallo, mientras que líderes de derecha lo consideran un triunfo democrático.
Este fallo marca un precedente en la justicia colombiana, al tratarse del primer expresidente sometido a un proceso penal de esta magnitud.
La decisión podría tener repercusiones en la polarización política del país y en el futuro del Centro Democrático como fuerza electora