Las inmediaciones de la Jetset han estado repletas de gente desde la mañana del 8 de abril. Cientos de fotos, velas consumidas y otras recién prendidas, flores secas y frescas y letreros pidiendo justicia acordonan una discoteca custodiada día y noche por militares. Al fondo sigue intacta la valla publicitaria que anunciaba el concierto de Rubby Pérez.