Magín Díaz, delineó las prioridades y retos que, según él, marcarán el rumbo financiero de la República Dominicana en los próximos años.
Puntos clave de su visión:
- Estabilidad macroeconómica: Mantener un crecimiento sostenido (5 % en 2024) y una inflación controlada (3.3 %) como base para cualquier plan de desarrollo.
- Reforma fiscal pendiente: La ausencia de una reforma limita la inversión pública, que ronda el 2 % del PIB, mientras el pago de intereses ya consume el 4 %.
- Impulso a sectores estratégicos: El Banco Central liberó RD$35,000 millones en 2024 para financiar vivienda y construcción, aunque las tasas altas siguen restringiendo el crédito.
- Desafíos estructurales: Alta informalidad laboral (más del 50 % en comercio, servicios y construcción) y la incertidumbre en la minería, especialmente por el futuro de Barrick Pueblo Viejo después de 2030.
- Visión territorial: En provincias como Sánchez Ramírez, el sistema financiero ha crecido notablemente, pero la sostenibilidad depende de diversificar la economía local.