WASHINGTON.- El líder opositor Juan Guaidó ha recaudado más de 100 millones de dólares para la crisis venezolana desde que se declaró en enero presidente interino del país, un gesto con el que busca mostrar fortaleza ante la comunidad internacional.
La cifra de más de 100 millones de dólares fue anunciada este jueves durante la Conferencia Mundial de la Crisis Humanitaria en Venezuela, celebrada en la sede en Washington de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la participación de expertos, diplomáticos y empresarios de más de 60 países.
Frente a más de un centenar de asistentes, el exalcalde venezolano David Smolansky dijo: “Podemos dar la muy buena noticia que solo en este evento se han comprometido más de 100 millones de dólares de ayuda al pueblo venezolano, recursos que van a ser usados única y exclusivamente para alimentos y medicamentos”.
Posteriormente, en una rueda de prensa, Smolansky especificó que ese monto de 100 millones incluye fondos que ya habían sido anunciados y otros que fueron revelados este jueves durante la cita sobre Venezuela.
Lo nuevo, detalló, es el medio millón de dólares de asistencia que anunció Taiwán, el millón de dólares hecho público por Holanda y 30 millones de organismos multilaterales.
El líder opositor no desveló qué organismos multilaterales aportarán los fondos porque esas instituciones han pedido discreción; pero bajo esa denominación podrían incluirse el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI y el BM aún está analizando si reconoce como presidente interino a Guaidó, mientras que el líder del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, expresó su interés por “trabajar” con Guaidó el mismo 23 de enero, cuando el líder opositor se proclamó presidente “legítimo” interino de Venezuela.
En esos más de 100 millones de dólares se engloban también cifras que ya habían sido anunciadas anteriormente: 40 millones de dólares de Canadá, 20 millones de Estados Unidos, otros 22,6 millones de Alemania, y por último 8,5 millones de dólares del Reino Unido.
A esas cantidades se suman también fondos aportados por la Unión Europea (UE), detalló Smolansky.
Desde que se declaró presidente, Guaidó ha dado prioridad a la entrada de convoyes de apoyo humanitario en el país a pesar de la negativa del gobernante, Nicolás Maduro, que considera que esa asistencia esconde un plan para una invasión militar.
Guaidó ha asegurado que la ayuda ingresará el 23 de febrero con el apoyo de voluntarios, la iglesia Católica y varias ONG.
En rueda de prensa, el diputado opositor Jose Manuel Olivares reiteró su confianza en que las Fuerzas Armadas de Venezuela se pondrán del lado del “pueblo” cuando decenas de voluntarios intenten ingresar en Venezuela con alimentos y medicinas porque esos bienes son también “para sus hijos que pasan hambre”.
Olivares no explicó si la oposición tiene un plan “B” en caso de que las Fuerzas Armadas, que siguen siendo leales a Maduro, comiencen a disparar contra los voluntarios.
Sin embargo, el diputado no descartó la posibilidad de que las provisiones lleguen a los venezolanos desde el aire y, de hecho, afirmó que dos naciones -una en Latinoamérica y otra en Europa- movilizarán aviones para hacer llegar alimentos a los centros de acopio de ayuda humanitaria.
“Te puedo adelantar que hay dos países, uno de Europa y uno de América Latina, listos para enviar un avión a centros de acopio”, dijo Olivares, que no concretó qué naciones serán las encargadas de enviar esa ayuda.
Por su parte, EE.UU. sigue sin rechazar la opción militar para Venezuela y ha sido la nación encargada de mandar la mayor parte de los alimentos y medicinas a tres centros de acopio, instalados uno en la ciudad colombiana de Cúcuta, otro en el estado brasilero de Roraima -ambos fronterizos con Venezuela- y un tercero en Curaçao.
El enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliot Abrams, aseguró durante la cumbre que pronto llegará “más” ayuda a Venezuela.
La Conferencia Mundial de la Crisis Humanitaria en Venezuela se celebró en la sede de la OEA por iniciativa de su secretario general, Luis Almagro, y no del organismo, que está compuesto por 34 Estados miembros activos (Cuba pertenece al organismo pero no participa en este desde 1962).