REDACCIÓN.- El futbolista brasileño Caio Fernandes, del emiratí Al Ain F.C., fue una de las figuras claves de su equipo en la victoria obtenida este martes ante el River Plate en la semifinal del Mundial de Clubes. Pese a ser símbolo del actual campeón de los Emiratos Árabes Unidos, Caio nunca llegó a jugar en las primeras líneas de su país, donde varios grandes le cerraron la puerta.
Fernandes, de 24 años, se formó en las inferiores del São Paulo F.C., de donde lo echaron. Después probó en el Santos y Palmeiras, pero tampoco lo aceptaron. “Decían que no tenía tamaño para ser jugador, ya iba a trabajar en otra cosa”, dijo el futbolista al diario argentino Olé.
A los 17 años, Caio estuvo a punto de tirar la toalla, pero sus padres insistieron para que se probara en un partido de un colegio japonés en Sao Paulo. El cuerpo técnico de ese equipo quedó encantado con su juego y le ofreció llevarlo a Japón con ellos. “Con dos toques de pelota, me llevaron”, recordó Fernandes entre risas.
Tras pasar un tiempo en equipos japoneses de aficionados, el Kashima Antlers, que este miércoles se enfrentará al Real Madrid en la segunda semifinal del Mundial de Clubes, lo fichó en 2014. Caio fue uno de los baluartes de ese equipo, e incluso era pretendido por la selección de Japón. En 2016 firmó contrato con Al Ain, donde es una de sus estrellas, lleva más de 100 partidos y ayudó a conquistar la Liga Árabe del Golfo.
Fernandes fue uno de los verdugos en la eliminación del River Plate: se encargó de realizar el segundo tanto del conjunto emiratí y no falló su remate desde los 11 metros en la tanda de penales. Gracias a sus habilidades, pronto podría dar el salto a Europa, ya que el portugués F.C. Oporto estaría interesado en hacerse con sus servicios.
