El Informe. Transmitido por Color visión en vivo
Por: Luz Colmenares / Color visión
Las cifras son desalentadoras: más de 1.400 muertos, 6.000 heridos y 37.000 viviendas destruidas; es el saldo del potente sismo que sacudió a Haití este 14 de agosto. Los rescatistas intentaban avanzar en la búsqueda de sobrevivientes, antes de ser doblemente golpeados por el paso de la tormenta Grace, este lunes.
Una especie de dejavú
Haití revive la pesadilla de 2010, cuando un terremoto casi desaparece del mapa a su capital. 11 años después de la tragedia que acabó con la vida de miles de personas, un sismo de 7.2 grados estremeció a ciudades y pequeños poblados.
El hospital Inmaculada Concepción fue escenario de escenas desoladoras. La embestida del sismo sacudió con fuerza a niños y ancianos. Miles de heridos esparcidos por el suelo, los pasillos, el jardín y el área de parqueo, esperaban ser atendidos; mientras el temor por las réplicas era constante.
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La muerte volvió a ensañarse con Haití. Familias enteras quedaron sepultadas por los escombros de lo que en algún momento fue su hogar. La desesperación de muchos por encontrar a sus familiares con vida los mantuvo en la calle aun pasada la media noche. El drama de cientos de familias haitianas se sumó a la desesperanza de los rescatistas, al ver que con el pasar del tiempo no encontraban señales de vida.
Con pocas herramientas pero con muchos deseos de encontrar sobrevivientes, los miembros de los bomberos llamaban, pero nadie respondía. Al no escuchar gritos de auxilio, se resignaban y comenzaban a remover escombros con maquinaria pesada. Mientras lo realizaban, el luto aumentaba pues los cuerpos sin vida continuaban apareciendo.
La búsqueda continua, aunque más de 48 horas después de la tragedia, el reloj gira en contra de posibles sobrevivientes.
Una nación constantemente golpeada.
Luego del terrible terremoto del 11 de enero de 2010; la nación más pobre del hemisferio, ha sido azotada por el cólera, el H1N1, varios huracanes, entre otros desastres. Como si eso fuera poco, el mes pasado fue asesinado su presidente, Jovenel Moise, agudizando aún más sus crisis la crisis política y económica que vive el país. Ahora se acerca un nuevo enemigo: la tormenta Grace, cuyas lluvias amenazan con agravar la devastación provocada por el terremoto, imposibilitando aún más las labores de rescate y la llegada de ayuda humanitaria.
La ayuda humanitaria, por su parte, comenzó a llegar el día domingo por vía aérea, proveniente de República Dominicana y otros países. Desde el gobierno dominicano, se preparan varias embarcaciones con todo tipo de insumos para ayudar, y poder suplir con las necesidades más urgentes del vecino país
