Vladimir Padrino, ministro de Defensa venezolano, atribuyó la responsabilidad de estos supuestos planes a «la extrema derecha venezolana», término utilizado por el Gobierno para referirse a la oposición.
Por: Maholi Albuez
La Casa Blanca de Estados Unidos desestimó este martes las acusaciones del Gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro, respecto a supuestos planes de la «extrema derecha venezolana» para asesinar al presidente con el respaldo de la CIA y la DEA. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó las acusaciones como «no creíbles» durante una rueda de prensa, indicando que no había tenido conocimiento previo de dichas afirmaciones.
La respuesta de Jean-Pierre se dio después de que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunciara el lunes la detención de 31 personas, entre civiles y militares, supuestamente involucradas en cinco planes conspirativos desde mayo de 2023. Estos planes, según Saab, incluían el asesinato de Maduro y ataques a instalaciones militares.
LEA: Medidas tardías | El Informe con Alicia Ortega
Vladimir Padrino, ministro de Defensa venezolano, atribuyó la responsabilidad de estos supuestos planes a «la extrema derecha venezolana», término utilizado por el Gobierno para referirse a la oposición. Además, Padrino afirmó que contaron con el «apoyo» de la CIA y la DEA, agencias estadounidenses.
La declaración de la Casa Blanca sugiere escepticismo frente a las afirmaciones de Maduro y su gobierno, al considerarlas poco creíbles. Este nuevo episodio profundiza las tensiones entre ambas naciones, ya marcadas por desacuerdos políticos y diplomáticos en los últimos años. La negativa estadounidense refleja la importancia de mantener un enfoque basado en hechos y pruebas concretas ante alegaciones de esta naturaleza.
Es relevante destacar que estas acusaciones podrían tener implicaciones significativas en las relaciones bilaterales, ya que cuestionan la estabilidad política y la seguridad en la región. En el pasado, los conflictos entre Estados Unidos y Venezuela han generado preocupaciones a nivel internacional, y este último desarrollo no hace más que intensificar la atención sobre la situación en el país sudamericano.
