BOGOTÁ.- El cantautor colombiano Carlos Vives suspendió el concierto que tenía previsto dar en Nicaragua en marzo por motivos de “fuerza mayor”, que coinciden con las denuncias de adversarios del presidente Daniel Ortega de que los organizadores del espectáculo apoyan supuestamente al Gobierno.
La decisión la anunciaron este lunes la agencia WK Entertainment, que maneja las relaciones públicas de Vives, y la empresa Premier Producciones, organizadora del concierto, quienes en un comunicado “informan a los nicaragüenses que el artista no se presentará en ese país por motivos de fuerza mayor”.
El anuncio ocurre dos días después de que se desatara un polémica en Nicaragua porque, según los opositores de Ortega, el concierto era organizado por compañías que apoyan al Gobierno, al que señalan como responsable de la crisis que vive el país desde abril pasado y que ha causado centenares de muertos.
Entre quienes criticaron el concierto está la poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli, quien pidió a Vives suspender el concierto en su país porque considera que iba a ser utilizado por el Gobierno para “alegar una normalidad” que no existe.
“Carlos Vives: Tu música es magnífica pero debo pedirte por lo que significas en AL (América Latina) que no vengas a Nicaragua mientras nos están reprimiendo a diario”, abogó en Twitter la autora de la novela “El país de las mujeres”, ganadora del Premio Latinoamericano de Literatura La otra orilla 2010.
En las redes sociales se leyeron además mensajes contra el concierto como “Por la plata baila el mono” o “No puedes apoyar a un dictador, no vengas a Nicaragua a manchar tus manos de sangre”.
También había frases de apoyo al espectáculo como “Qué ganas tengo de ir al concierto de Carlos Vives” o “Carlos Vives, qué felicidad”.
El cantante colombiano tenía previsto un único concierto en Managua el próximo 23 de marzo.
Los organizadores del concierto habían propuesto al Zoológico Nacional ser beneficiario de la visita del cantante exclusivamente por la venta de camisetas.
Desde el pasado 18 de abril, Nicaragua vive una crisis que ha dejado entre 325 y 561 muertos, de 340 a 767 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, según organismos humanitarios.
El presidente Ortega reconoce 199 muertos y 340 detenidos, a los que llama “terroristas”, “golpistas” y “delincuentes comunes”.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), tutelados por la CIDH, asegura que existen pruebas para argumentar que el Gobierno de Ortega ha incurrido en delitos de lesa humanidad desde que se desató la crisis.