REDACCIÓN INTERNACIONAL.– La boda de Jennifer Lopez y Alex Rodriguez es uno de los acontecimientos más esperados después de que se comprometiesen el pasado marzo en las Bahamas. Y aunque de momento planear el evento no está entre sus prioridades por sus apretadas agendas, poco a poco tienen más claros algunos detalles del gran día.
El expelotero de las Grandes Ligas insinuó unos días atrás que el enlace tendría lugar en un lugar lejano, ya que habría que tomar “un largo vuelo” para llegar hasta el destino. Y tras plantear esta nueva incógnita sobre dónde podría ser, su prometida ha desvelado en una entrevista con Entertainment Tonight que todavía no tienen claro la ubicación a la boda.
“Estamos hablando de eso, pero no tenemos planes firmes y estamos barajando muchos lugares (para casarnos), pero aun no lo sé”, desmintió la Diva del Bronx.
Pero aunque todavía no hay lugar ni fecha, lo que sí está más que decidido es quién será el encargado de acompañar al altar a la estrella de la música: su hijo Max.
El pequeño de 11 escoltará a su madre por el pasillo nupcial. Así lo confesó durante la conversación con el citado medio. Un detalle precioso que seguro hará aún más emotiva la ceremonia.
Las palabras de la artista confirman las declaraciones que dio una fuente cercana a la pareja a la revista People el pasado marzo sobre el enlace. “Los niños jugarán definitivamente un papel muy importante en su boda”, dijo.
Ahora solo hay que esperar para ver qué roles tendrán Emme, Ella y Natasha.
Jennifer Lopez es madre de los mellizos Max y Emme -fruto de su matrimonio con Marc Anthony-, mientras que Ella y Natasha nacieron de la relación entre Alex Rodriguez y Cynthia Scurtis.