MADRID.- La tenista española Carla Suárez, número 33 de la WTA, comunicó que, junto a su equipo, se encuentra en un “proceso activo de apelación” ante una sanción que consideran “no acorde a los valores” que siempre ha tratado de representar.
Tras el primer set que perdió por 6-2 ante la húngara Tímea Babos, la canaria tuvo que abandonar el partido del Abierto de EEUU por unas molestias físicas en la espalda que arrastraba desde varios torneos previos.
La respuesta de la organización del torneo ante la retirada de Suárez fue la de una sanción económica que asciende a los 40.000 dólares (unos 36.000 euros), ya que consideran que la tenista “no se desempeñó según los estándares profesionales”
Por su parte, Carla Suárez entiende que el Comité de Grand Slam está haciendo “una interpretación errónea de este caso” y ejercerá su derecho de apelación “en los próximos días”.
“Las molestias que han forzado mi retirada en Nueva York son las mismas que llevo tratando desde hace meses para mantener un nivel alto en los torneos”, explicó en su comunicado. A lo que añadió: “Estas molestias de espalda también las he tenido en las últimas ediciones Roland Garros y Wimbledon, los dos últimos torneos del Grand Slam, donde he ganado varios partidos a pesar de los problemas físicos mencionados”.
La tenista también defendió que en los 15 años que lleva en el circuito profesional, jamás ha abordado el deporte “desde una perspectiva que no sea la del respeto a la competición, el juego limpio y el esfuerzo pleno”.
Asimismo, Suárez especifica que le sobran “dedos en las manos” para contar aquellos partidos que ha debido interrumpir por lesión.
“Soy una firme defensora del juego limpio. Estoy conforme con que se sancionen aquellos ejemplos que disten del esfuerzo pleno o el bajo rendimiento. Ahí siempre encontrarán mi apoyo sin condiciones. En mi caso, y por los motivos que les expongo previamente, considero que la interpretación del Comité no ha sido la correcta”, concluyó.