REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Este lunes en la noche, el régimen de Nicolás Maduro liberó a tres presos políticos: Gilber Caro junto a Melvin Farías y Junior Rojas. El chavismo no se limita a pintar las cárceles de Caracas y limpiarlas previa la visita de la Comisionada de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
No se descarta que también liberen al diputado Juan Requesens, que lleva casi un año detenido en las celdas de la policía secreta Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) en el Helicoide.
Tras 53 días de estar privado de libertad sin que las autoridades del régimen dieran información de su paradero ni motivos de su «desaparición forzada», el diputado Gilber Caro finalmente fue liberado y recibido por el Grupo de Boston, integrado por Gerardo Márquez, Francisco Torrealba, Manuel Texeira y Pedro Díaz Blum.
El diputado Gilber Caro, que es miembro del partido Voluntad Popular, dijo que se va a reincorporar a las actividades parlamentarias sin odio ni rencor pese a haber estado enfermo con amibiasis durante su encarcelamiento.
«Yo no me voy a llenar de odio, si tengo que ponerme de rodilla delante de quien sea para evitar el mayor derramamiento de sangre en mi país, lo voy a hacer», declaró a la cadena digital TVVnoticias.
Por otro lado, el Foro Penal Venezolano anunció que anoche también fueron puestos en libertad los presos políticos Melvin Farías y Junior, luego de un año y dos meses tras las rejas del penal militar División General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Alfredo Romero, director del Foro Penal, dijo que «la libertad total y plena de los presos políticos debe ser exigida de manera inequívoca por la Alta Comisionada de la ONU Michelle Bachelet». La cifra supera los 800 presos políticos.
La juez Carol Padilla ratificó la detención de Roberto Marrero, jefe del despacho presidencial del presidente encargado, Juan Guaidó, y de Juan Planchart. Ambos detenidos serán pasados a juicio por los cargos de presunta conspiración y traición a la patria. Es la puerta giratoria, dice Romero, unos presos políticos salen mientras otros entran.
Además de liberar a los tres presos políticos, pintar las cárceles y maquillar la ciudad, lo que no ha podido ocultar el régimen de Maduro ante la visita de Bachelet es la falta de servicios como el agua, la electricidad, el gas, la gasolina, e internet, que también afectan a los caraqueños en menor cantidad que en el interior del país.
Fuente: ABC Internacional.