BRASILIA.- El canciller de Brasil, Ernesto Araújo, afirmó este miércoles que hay una “preocupación” con “la presencia de elementos terroristas en Venezuela” que, según el ministro, representaría una “amenaza” a la seguridad del país caribeño y de la región.
“Hasta hace poco, no se admitía que había terrorismo en América del Sur, y hoy se sabe por (departamentos de) Inteligencia (…) que eso es una amenaza para Venezuela”, dijo el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores en una rueda de prensa en Brasilia luego de regresar de un viaje oficial a Estados Unidos.
Araújo negó que el tema haya sido discutido durante el encuentro celebrado en la víspera entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Washington, pero resaltó que la existencia de “organizaciones terroristas” debe ser “monitoreada”.
Sin embargo, el canciller, quien acompañó a Bolsonaro en su primer viaje oficial desde que asumió la Presidencia, garantizó que Estados Unidos y su país comparten la misma opinión sobre cómo enfrentar la crisis que azota a Venezuela.
“Quedó clarísimo que nosotros coincidimos enteramente en el carácter inaceptable sobre lo que está pasando en Venezuela en materia de tragedia humana”, recalcó Araújo, quien cargó contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al calificar su Gobierno como “un régimen dictatorial”.
Si bien “hay una convicción de que es necesario actuar”, el canciller no precisó los detalles discutidos durante el encuentro entre los jefes de Estado sobre cuáles medidas podrían ser adoptadas.
El ministro aseguró, no obstante, que Brasil y Estados Unidos “están trabajando juntos” y “rumbo al mismo objetivo”, aunque “no necesariamente de la misma manera”.
Para Araújo, mientras EE.UU. tiene capacidades de actuación a través de sanciones económicas, Brasil cuenta con una habilidad sobre todo “diplomática y política”.
Tras la cita del pasado martes, Trump declaró en una rueda de prensa al lado de Bolsonaro que “todas las opciones están sobre la mesa”, en referencia a una posible intervención militar en el país caribeño, una medida que el presidente brasileño no descartó.
Asimismo, los dos mandatarios de tendencia ultraderechista celebraron la suscripción de un acuerdo para que las compañías estadounidenses puedan lanzar cohetes transportadores de satélites desde Alcántara, una base militar en el noreste de Brasil.
La situación se ha agravado en los últimos meses en Venezuela, donde la oposición considera ilegítimas las elecciones de mayo del año pasado, en las que Nicolás Maduro resultó reelegido presidente y que han sido cuestionadas por la comunidad internacional.
La crisis se acentuó después de que el 23 de enero el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se declaró mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y logró el respaldo de buena parte de la comunidad internacional, incluidos Brasil y EE.UU.