El aumento alarmante de la criminalidad en los barrios ha alcanzado niveles preocupantes, dejando a los padres con el temor constante por la seguridad de sus hijos mientras están en la calle.
Por: La redacción
En medio de la persistente problemática de los apagones y la mala calidad de los servicios ofrecidos, los ciudadanos se encuentran cada vez más preocupados por su seguridad y bienestar en sus comunidades. La falta de suministro eléctrico y los fallos en los servicios básicos están generando una creciente sensación de inseguridad y malestar entre la población.
El aumento alarmante de la criminalidad en los barrios ha alcanzado niveles preocupantes, dejando a los padres con el temor constante por la seguridad de sus hijos mientras están en la calle. La situación es tan grave que incluso las autoridades encargadas de la defensa ciudadana han fracasado en su gestión, como lo demuestra la reciente no renovación del contrato del supuesto gurú en esta área.
Además, en el ámbito educativo, las recientes cifras presentadas por el Presidente revelan una realidad desalentadora. Aunque se celebra salir del último lugar en la prueba PISA, colocándonos en el número 79 de 81 países, esta mejora no es motivo de orgullo. El hecho de que el 62% de los niños de diez años no comprendan lo que leen es un claro indicativo de una profunda crisis en la enseñanza y el aprendizaje en nuestro país.
Los ciudadanos demandan acciones inmediatas y eficaces por parte del gobierno para abordar estos problemas urgentes que afectan directamente la calidad de vida de todos los ciudadanos. Es fundamental que se tomen medidas concretas para mejorar la seguridad, garantizar servicios públicos confiables y abordar la crisis educativa de manera integral.