La financiación actual para las agencias del país está programada para agotarse en dos etapas críticas, el 1 y 8 de marzo próximos.
Por: La redacción
El Congreso de los Estados Unidos se encuentra en una situación de estancamiento bipartidista respecto a la aprobación del presupuesto para el año fiscal en curso, iniciado en octubre pasado, lo que aumenta el riesgo de un cierre gubernamental inminente.
La financiación actual para las agencias del país está programada para agotarse en dos etapas críticas, el 1 y 8 de marzo próximos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, comunicó en una carta dirigida a los legisladores el pasado domingo que, aunque se esperaba que la legislación estuviera lista para este fin de semana, «ahora está claro que los republicanos de la Cámara de Representantes necesitan más tiempo para ponerse de acuerdo».
«Si los republicanos no toman medidas serias, el cierre gubernamental extremo amenazará nuestra economía, aumentará los costos, reducirá la seguridad y causará un dolor incalculable al pueblo estadounidense», expresó Schumer, instando al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a «enfrentarse una vez más a los extremistas de su bancada y hacer lo correcto».
En respuesta, Johnson calificó la carta de Schumer como «retórica contraproducente», asegurando que los representantes republicanos están trabajando «de buena fe» para alcanzar un acuerdo y «esperan llegar a un resultado lo antes posible».
Johnson también señaló que «muchos de los puntos que aún se están debatiendo provienen de nuevas demandas demócratas que no estaban incluidas previamente en los proyectos de ley del Senado», añadiendo que «en un momento de gobierno dividido, los demócratas del Senado están intentando gastar en prioridades que están más a la izquierda de lo acordado por su cámara».
Se espera que el martes el presidente Joe Biden se reúna con Schumer, Johnson y los líderes de las minorías en el Senado y la Cámara de Representantes, Mitch McConnell y Hakeem Jeffries respectivamente, para discutir los plazos del cierre gubernamental y presionar para la aprobación del nuevo paquete de ayuda de 95.000 millones de dólares destinado a Ucrania, Israel y Taiwán.