Patricia Chirinos / Color Visión
Redacción.- Un reconocido ginecólogo de Holanda usó su esperma en unos 21 tratamientos de fertilidad sin el consentimiento de las madres en un hospital de Leiden, en los Países Bajos.
El lamentable hecho habría ocurrido entre 1973 y 1986, cuando el dr., Jos Beek, ejerció como gineco-obstetra en el centro Alrujne, antes llamado Hospital Elisabeth de Leiderdorp.
Tiempo después, Fiom, una organización especializada en paternidad abordó al ginecólogo en junio de 2021, en nombre de 21 niños que buscaban a su verdadero padre y mediante un test de ADN se determinó que eran sus hijos.
“Parece que este médico donó su propio esperma y lo usó para inseminar a futuras madres que esperaban esperma de forma anónima. No consta que los niños y sus padres estuvieran al tanto de esto. Los tratamientos de fecundidad se desarrollaron a nivel mundial desde la década de 1970 hasta mediados de la de 1980”, explica el hospital, en un comunidad.
Sin embargo, el centro no sabe a cuántos pacientes trató el ginecólogo durante esa época y dice que los archivos han sido todos destruidos.
“No se descarta la posibilidad de que se descubran decenas de descendientes«, recalca.
Así como el doctor Beek, otro ginecólogo conocido como, Jan Wildschut, utilizó entre 1981 y 1993 su propio esperma en tratamientos llevados a cabo en el hospital Sophia de Zwolle.
Las pruebas de ADN hechas en 2020 coincidieron en al menos 17 casos.