Pekín,China.- Más de 80.000 personas han sido evacuadas tras el terremoto que tuvo lugar el pasado lunes en la provincia central china de Sichuan, que dejó al menos 13 fallecidos y 220 heridos -siete de ellos en estado crítico-, informa hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.
A fecha de ayer, se había contabilizado un total de 46.000 viviendas “gravemente dañadas” y más de 110.000 “ligeramente dañadas”.
Las autoridades locales, que establecieron un total de 27 refugios temporales para los afectados, todavía deben evaluar el estado de las casas de la zona para decidir a cuáles es seguro regresar y cuáles deben ser reparadas.
Los jefes políticos de la zona se comprometieron a llevar a cabo las reparaciones lo antes posible y a ayudar a quienes pierdan sus casas.
El Gobierno del municipio de Yibin, donde tuvo lugar el seísmo, ha destinado hasta ahora más de 190 millones de yuanes (27,8 millones de dólares, 24,6 millones de euros) en ayudas a las víctimas.
Más de 20 heridos han sido dados de alta hasta el momento, mientras que siete personas se encuentran aún hospitalizadas en estado crítico, detalla la televisión estatal CCTV.
Aparte de las labores de evaluación y ayuda, un grupo de expertos se ha desplazado a la zona para tratar de garantizar que las posibles réplicas y avalanchas que se produzcan en el futuro no supongan una amenaza para los habitantes.
El seísmo, de magnitud 6,0, tuvo lugar la noche del lunes, con su epicentro localizado a una profundidad de 16 kilómetros; a la mañana siguiente se registró una réplica de 5,3 grados.
La región de Sichuan es una zona propensa a los sismos, y donde miles de personas han fallecido en temblores ocurridos en la última década.
De hecho, esta provincia sufrió en 2008 uno de los peores terremotos de las últimas décadas, con cerca de 90.000 víctimas entre muertos y desaparecidos.
La mitad occidental de China sufre frecuentes temblores debido a la fricción de las placas tectónicas asiática e india, aunque en muchas ocasiones estos seísmos tienen su epicentro en zonas de baja densidad de población, como la meseta tibetana o los desiertos del Asia Central.
