A pesar de la prohibición judicial que le impide presentarse a las elecciones, María Corina Machado sigue recorriendo el país, estrechando manos, tomando selfies, lanzando besos y prometiendo la derrota de Nicolás Maduro. Con su carisma y fama, Machado busca ahora transformar su popularidad en votos para Edmundo González Urrutia, el candidato elegido por la principal coalición opositora.
Machado no ha cesado en su lucha por un cambio en Venezuela, utilizando su energía y presencia para impulsar la candidatura de González Urrutia después de que no lograra revocar el fallo judicial que vetó su propia candidatura. En su reciente gira, Machado declaró: “Vienen los días más importantes de nuestra vida (…) aquí no hay un día que podamos descansar, que el mundo entiende que lo que está en juego trasciende Venezuela y tiene que ver con toda la región”.
El desafío para Machado y sus seguidores es considerable. La determinación y esfuerzo que ha mostrado en su campaña de apoyo reflejan la gravedad de la situación política en Venezuela y la necesidad de un cambio que, según ella, no solo afectará al país sino a toda la región.