Ante esta realidad, el Dr. Gómez Montero insta al Estado dominicano a abordar la salud mental de las personas afectadas. Propone un diagnóstico de salud mental inicial para identificar a los más vulnerables y brindar el apoyo necesario. Además, sugiere proporcionar ayudas médicas, estructurales, alimentos y prestar especial atención a la salud mental de los afectados.
Por: Maholi Albuez
Republica Dominicana.- En medio de las lluvias torrenciales y las tragedias nacionales que las acompañan, el reconocido psiquiatra y escritor, Dr. José Miguel Gómez Montero, destaca el impacto severo que estas tienen en la vida de las personas, no solo en términos de pérdidas humanas y materiales, sino también en su salud mental y emocional. En este artículo, exploramos cómo estos eventos climáticos extremos pueden afectar la salud mental, las señales de advertencia a tener en cuenta, y dónde encontrar apoyo en momentos difíciles.
Las lluvias torrenciales no solo provocan pérdidas de vidas y propiedades, sino que también generan un profundo impacto en la salud mental de las personas. Según el Dr. Gómez Montero, las emociones de shock, frustración, rabia, desesperanza e impotencia son comunes después de una tragedia de este tipo. La pérdida material se traduce en afectaciones mentales, manifestándose en formas como estrés, ansiedad, ataques de pánico, depresión e incluso trastornos postraumáticos.
En el sur del país, el impacto en la salud mental debido a las lluvias torrenciales se ha convertido en un problema recurrente. La falta de seguridad en desagüe y alcantarillado ha dejado a las comunidades vulnerables, viviendo en la desesperanza ante experiencias traumáticas repetidas.
Ante esta realidad, el Dr. Gómez Montero insta al Estado dominicano a abordar la salud mental de las personas afectadas. Propone un diagnóstico de salud mental inicial para identificar a los más vulnerables y brindar el apoyo necesario. Además, sugiere proporcionar ayudas médicas, estructurales, alimentos y prestar especial atención a la salud mental de los afectados.
En una segunda y tercera fase, es crucial desarrollar una política pública de seguridad para enfrentar los efectos psicológicos traumáticos de las lluvias torrenciales. Esto implica mejorar la infraestructura de desagüe y alcantarillado y proporcionar apoyo psicológico continuo a las comunidades afectadas.
Es esencial estar alerta a señales de advertencia de problemas de salud mental post lluvias torrenciales, como alejamiento de actividades disfrutadas, trastornos del sueño y cambios en el estado de ánimo. Para aquellos que necesiten apoyo emocional, recursos como el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) y la Línea Nacional de Prevención del Suicidio brindan información y atención confidencial en español.
En momentos de tragedia, la solidaridad, el acompañamiento y el altruismo son fundamentales. La compasión puede marcar la diferencia, brindando consuelo y esperanza en tiempos oscuros. Juntos, como comunidad, podemos superar las dificultades emocionales causadas por las lluvias torrenciales y reconstruir nuestras vidas después de estas tragedias naturales.
