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Juguetes de madera hechos en la Amazonía ecuatoriana sin talar ni un solo árbol

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La deforestación en Ecuador ha sido un tema de preocupación gubernamental en los últimos años y se han aplicado políticas para revertirla. En 2011, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el país tenía la tasa de extinción de plantas forestales más alta de Sudamérica, con aproximadamente 198.000 hectáreas por año. Una cifra que, de acuerdo al mismo organismo, disminuyó a 47.497 hectáreas en 2014.

Belén Baquero, una diseñadora gráfico industrial, visitó comunidades de la Amazonía ecuatoriana y se encontró con este problema de la deforestación; pero, además, observó otras problemáticas, como el estancamiento económico y social de los habitantes de la zona, el abandono de la educación escolar, una nueva generación a la que no le interesa el arte o problemas de drogadicción y alcoholismo.

Artesano fabrica juguetes para Amalgama Toys. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

La falta de educación —explica Baquero— también ha permeado en el “arraigo a la identidad”. Comenta que para la población local “todavía es más fácil vender especies, muchas en peligro de extinción”, y “cortar los árboles”, que impulsar otras actividades productivas. Otros han dejado, incluso, la agricultura, y prefieren trabajar en las empresas petroleras e hidroeléctricas que se han apostado en la región.

Tras recoger los datos, tuvo la idea de enfrentar esas problemáticas y se asoció con su exalumno Nicolás Bahamonde, también diseñador gráfico industrial. Crearon Amalgama Toys, un emprendimiento que buscapotenciar a los artesanos ecuatorianos, principalmente en el Puyo, capital de la provincia oriental ecuatoriana de Pastaza, en la Amazonía.

Su idea fue fabricar juguetes de madera a partir de materiales reciclados, sin utilizar la materia prima de los árboles de la zona, para evitar más deforestación. “Es un tema de sostenibilidad, diseño de producción totalmente ecológico, innovación y pagar el precio justo”, señala la entrevistada.

Proceso ecológico

Tras encontrar a los artesanos adecuados, aquellos que aceptaron trabajar con material reciclado, Baquero y Bahamonde decidieron capacitarlos. Se negaron a incluir a quienes se ofrecieron a crear los productos con madera nueva.

Belén Baquero y Nicolás Bahamonde junto a artesanos de la Amazonía ecuatoriana. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

La cofundadora del emprendimiento explica que la madera para fabricar los nuevos productos es obtenida de los palets o palés, “sobre todo del sector automotriz, que vienen sin ningún tipo de contaminante”. Junto a Bahamonde, llevaron a los artesanos “todo lo necesario para fabricar los juguetes […] además del material para reciclar, las pinturas, los pinceles, todo los insumos” y diseñaron “todo un proceso ecológico”.

“Absolutamente todo es hecho a mano: el tallado, pintura y hasta curar la madera, porque los palets traen clavos sin cabeza, entonces tocó diseñar este proceso de sacarlos”, menciona la joven.

Por ahora trabajan directamente con una pareja que gran parte de su vida se ha dedicado a la artesanía. Sin embargo, el trabajo se puede derivar, dependiendo de la cantidad, a otras seis familias.

Desarmar y armar

El primer esbozo que decidieron crear fue el de unos perros, una idea que surgió de la tesis universitaria de Bahamonde. Diseñaron cuatro perritos, a los que les dieron los nombres de Byron Bigol, Simón Snaucer, Pipo Puj y Pancha Pudel.

Niños jugando con juguetes de Amalgama Toys. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

Los juguetes tienen como particularidad que son desarmables. Las piezas vienen adheridas con un imán, forrado con tela —que también obtienen de desechos de empresas que las comercializan—, lo que permite que “las partes de uno se le puedan adherir a otro y formar un nuevo animal (…) es como un lego”, cuenta Baquero. Otra característica de estos productos es que son livianos.

“Decidimos usar un imán porque es un diseño universal, permite que las piezas sean fáciles de sacar y meter”, explica la confundadora del emprendimiento, y señala que “no hay edad definida” para jugar con estos juguetes. Sin embargo, aclara que “el objetivo es que sirvan para niños con discapacidad, que no se frustren al momento de jugar y puedan hacer ejercicios de motricidad” y, también, para adultos de la tercera edad.

Ahora presentan una nueva colección de juguetes, esta vez dedicados a especies de las Islas Galápagos de Ecuador, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1978. Tienen, entre otros, iguanas, tortugas, pingüinos y orcas, cuyas piezas también se pueden intercambiar entre sí.

Piezas para juguetes de Amalgama Toys. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

‘La pureza está en la mezcla’, es el eslogan del emprendimiento. Baquero explica que con ello buscan fomentar “que mezclen partes, razas, todo… y se den cuenta que ahí está lo bonito de las cosas, en ver que nada es totalmente ‘puro’ como dicen, eso es de siglos pasados”.

“Nuestros modelos están enfocados en especies animales vulnerables de aquí [de Ecuador], pero la idea a futuro es incluir otras que estén en vía de extinción en otros países y brindar una educación global para su conservación”, enfatiza la confundadora de Amalgama Toys.

El empaque también es importante, este es biodegradable, es de papel hecho a base de caña de azúcar.

Modelos en balsa

Los chicos de Amalgama Toys también ofrecen ‘planimals’. Se trata de un juguete que viene en una plancha de madera, las piezas se desprenden de ese tablero y se arma el producto. Incluye pincel y pinturas para darle color.

Artesano trabajando la madera para fabricar juguetes de Amalgama Toys. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

Baquero comenta que pronto lanzarán una nueva línea de productos, que son más pequeños y están elaborados con balsa, madera obtenida del árbol del mismo nombre. La diferencia de esta planta con otras especies de la Amazonía —cuenta— es que “solo demora 8 años en crecer”.

“Es una de las maderas que ellos han usado originalmente, es liviana y fácil trabajarla; pero nuestro proyecto va mucho más allá, incluyendo modelos más nuevos y dándoles más valor a su trabajo”, dice la joven. Además, tienen la intención de adquirir terrenos para “incluir planes de reforestación con balsa” en la zona.

Entre los objetivos de estos emprendedores ecuatorianos también está tener su propio taller en la selva, hacer una ludoteca, un centro de investigación de juguetes y un centro de estimulación temprana, donde los niños puedan ir a divertirse y a aprender.

Mujeres pintan algunas piezas de los juguetes de Amalgama Toys. / Nicolás Bahamonde / Amalgama Toys

En enero pasado, Amalgama Toys fue uno de los emprendimientos ecuatorianos galardonados en el concurso ‘Reto exporta al mundo’, que organizó la empresa de envíos DHL en el país. Eso le permitirá enviar las muestras de sus productos a otros lugares del mundo, además de recibir asesoría y acompañamiento para exportar.

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