El Informe. Transmitido por Color visión en vivo
Por: Luz Colmenares / Color visión
Sin dinero, sin empleo y sin posibilidades de conseguir uno; se encuentran cientos de depositantes de la desaparecida financiera INVERSIA. Pese a que hace 5 años consiguieron una condena de 20 años para sus estafadores, no han logrado obtener justicia para su caso, pues siguen jubilados y sin un peso.
Alrededor de 350 querellantes señalaron a Teodoro Hidalgo, propietario de INVERSIA, como el responsable por el desfalco de 1200 millones de pesos. Ante esas acusaciones, y el proceso judicial en curso, Teodoro Hidalgo y Michell Evertz Estévez fueron condenados a 20 años de prisión por violación a la ley monetaria y financiera, asociación de malhechores, lavado de activos, y estafa. En el caso de Evertz, la corte de apelaciones redujo la pena a 10 años de prisión.
Sofía Funes, John Astwood y José Morel, en representación de alguno de los querellantes, comentan su experiencia. Reportan que Hidalgo, quien también fuese director financiero de Cervecería Nacional Dominicana por años, gozaba de buena reputación y aparentemente realizaba sus transacciones de manera transparente. Todo cambio cuando un día, cuando de manera inusual, se retrasó en el pago de los intereses.
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Cuando el dinero no llego, los afectados se organizaron en comité para buscar soluciones con el mismo Hidalgo y su abogado; sin embargo, no hubo respuesta satisfactoria para ellos, lo que implicó un proceso judicial en su contra.
Para los afectados como para sus abogados, el dinero sustraído existe; pues es una cantidad muy grande para desaparecerla de un día para otro. Los indicios apuntan a que el dinero debe estar en algún paraíso fiscal. Hasta ahora, los querellantes no han podido acceder a los únicos bienes incautados por el caso, que incluyen dos apartamentos y dos carros; pues el proceso todavía se encuentra en fase de apelación. Hasta tanto, los afectados solicitan a los organismos competentes reabrir la investigación y que se facilite la cooperación internacional para la localización del dinero; todo ello en aras de resarcir el daño que se hizo a centenares de familias dominicanas.