Esta enmienda establece claramente que ningún individuo que haya participado en una insurrección o rebelión contra los Estados Unidos puede ser electo para ciertos cargos públicos.
Por: La redacción
En el trasfondo de una galvanizante gala conservadora, el tema candente de la dificultad del Partido Republicano para conectar con votantes negros ha tomado un nuevo giro. La Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos, aprobada en 1868 después de la guerra civil, ha resurgido como centro de atención en el panorama político actual.
Esta enmienda establece claramente que ningún individuo que haya participado en una insurrección o rebelión contra los Estados Unidos puede ser electo para ciertos cargos públicos, incluidos los de presidente y vicepresidente. Diseñada para evitar el retorno al poder de los rebeldes sureños de la Confederación, la enmienda está siendo objeto de intensos debates y acciones legales en la actualidad.
Recientemente, Illinois se ha sumado a Maine y Colorado en una serie de decisiones sin precedentes relacionadas con la aplicación de la Enmienda 14. La Justicia de Colorado determinó en diciembre pasado que la insurrección ocurrida durante el asalto al Capitolio en 2021 inhabilita al ex presidente Trump para futuras candidaturas, mientras que las autoridades electorales de Maine también tomaron medidas similares.
Sin embargo, estas decisiones se encuentran en una pausa pendiente de una resolución final por parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos. La audiencia ante el tribunal supremo celebrada el 8 de febrero generó debate sobre las implicaciones de permitir que los estados individuales interpreten la elegibilidad constitucional de los candidatos para cargos nacionales.
Tanto los magistrados progresistas como conservadores expresaron reticencias sobre la idea de que los estados tomen decisiones unilaterales en este tema tan importante para las elecciones nacionales. La incertidumbre persiste mientras el país se prepara para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, con Trump como favorito para la nominación republicana y una posible reedición de la contienda con el presidente Biden.
