REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Google rinde homenaje este jueves al 334 aniversario del nacimiento del compositor alemán de renombre mundial Johann Sebastian Bach con un doodle que, por primera vez para el gigante tecnológico, está impulsado por inteligencia artificial y machine learning.
A diferencia de otros dibujos en el pasado, el doodle de Bach ofrece una experiencia interactiva que permite a los usuarios del navegador web crear su propia música con la asistencia de una máquina inteligente.
El juego anima a los usuarios a componer una melodía de dos compases de su elección y luego, con sólo pulsar un botón, aplica IA para armonizar la melodía personalizada con el estilo musical característico de Bach.
Machine learning es el proceso de enseñar a un ordenador a encontrar sus propias respuestas mostrándole muchos ejemplos, en lugar de darle un conjunto de reglas a seguir como se hace en la programación informática tradicional.
El modelo utilizado en el doodle de hoy fue desarrollado por Anna Huang del equipo Magenta de Inteligencia Artificial, quien desarrolló Coconet: un modelo versátil que se puede utilizar en una amplia gama de tareas musicales, como armonizar melodías o componer desde cero. Específicamente, Coconet fue entrenado con 306 de las armonizaciones corales de Bach.
Los corales de Bach siempre tienen cuatro voces, cada una con su propia línea melódica, al tiempo que crean una rica progresión armónica cuando se tocan juntas. Esta estructura concisa las convierte en una buena fuente de entrenamiento para un modelo de aprendizaje de máquinas.
Un día como hoy de 1685 (bajo el antiguo calendario juliano) nacía Johann Sebastian Bach en la pequeña ciudad alemana de Eisenach. Creció en una gran familia musical: su padre tocaba varios instrumentos y también trabajaba como director de los músicos del pueblo. Su hermano mayor, también músico, crió al joven Bach desde los 10 años después de la muerte de su padre. Conocido principalmente como un organista excepcional durante su vida, Bach también supo cómo construir y reparar los complejos mecanismos internos de los órganos tubulares (como puede apreciarse en el doodle interactivo).
Componiendo música a un ritmo prolífico, a veces a razón de una cantata por semana, Bach fue un hombre humilde que atribuyó su éxito a la inspiración divina y a una estricta ética de trabajo. Vivió para ver sólo un puñado de sus obras publicadas, pero más de 1.000 composiciones que sobrevivieron en forma manuscrita ahora se publican y se interpretan en todo el mundo.
La reputación de Bach se disparó tras el “renacimiento de Bach” en el siglo XIX, cuando el mundo de la música ganó una nueva apreciación por su uso innovador de la armonía en cuatro partes, las modulaciones de la tonalidad y el dominio del contrapunto y la fuga. Quizás la mejor medida de su legado es su impacto en otros artistas, desde los clásicos hasta los contemporáneos a lo largo de los siglos.
Sin embargo, los músicos no fueron los únicos influenciados por la música de Bach. Después del lanzamiento de la sonda espacial Voyager 2, el científico y autor Lewis Thomas sugirió que la raza humana transmitiera su música a los confines más lejanos del sistema solar.
Fuente: Infobae