FLORIDA.- El golfista Tiger Woods quedó fuera de una demanda planteada por los padres de un joven que falleció en un accidente de tráfico después de haber consumido bebidas alcohólicas en un restaurante en el que trabajaba y del que el deportista es uno de los socios inversores, informaron este martes medios locales.
Según informó el canal NBC 6, los demandantes, que alegan que su hijo, Nicholas Immesberger, murió por homicidio culposo, presentaron el pasado viernes una enmienda a su demanda ante los tribunales del condado de West Palm Beach (sureste de Florida).
De esa manera, Tiger Woods quedó fuera de la lista de demandados como presuntos responsables de la muerte de Immesberger, de 24 años.
Immesberger trabajaba en el restaurante The Woods en la localidad de Jupiter, del que Tiger Woods es socio inversor y la novia de este, Erica Herman, gerente general.
La demanda fue presentada el lunes 13 de mayo y señalaba como responsables de la muerte del joven, que era alcohólico, a Tiger Woods, Erica Herman y personal del restaurante.
El matrimonio Immesberger reclama más de 15.000 dólares en daños, según informaron en su día los medios.
Immesberger falleció el 10 de diciembre de 2018 debido a que el vehículo que conducía a alta velocidad se salió de la carretera, según un informe de la Patrulla de Carreteras de Florida.
Según la demanda, el joven tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,256 %, cuando el límite legal es de 0,08 %.
Los padres del fallecido aseguran que Herman conocía a Immesberger previamente y sabía de sus problemas con el alcohol y aún así lo contrató como camarero y que, además, habló de estos problemas con Woods.
La demanda inicial establecía que Tiger Woods era “individualmente responsable en esta acción porque él participó individualmente en servir alcohol a Immesberger”, después de que días antes del accidente el joven estuviese bebiendo bebidas alcohólicas en compañía de él y Herman en el citado local.
El golfista, considerado uno de los mejores deportistas estadounidenses de todos los tiempos, recibió en mayo pasado la Medalla de la Libertad de manos del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Este reconocimiento, el honor civil más alto de Estados Unidos en la Casa Blanca, llegó días después de que Woods ganase por quinta ocasión el Masters de Augusta.
Este triunfo vino a culminar un retorno del jugador a la élite del deporte mundial después de varias polémicas, incluido un accidente de tráfico tras el que fue arrestado por sospechas de que había estado conduciendo bajo los efectos del alcohol.
En las pruebas de consumo de drogas y alcohol que le practicaron la autoridades tras su arresto se le detectó en sangre una mezcla de un sedante para la ansiedad, medicinas para el insomnio y THC, una sustancia encontrada en la marihuana.
El golfista, que, sin embargo, dio negativo en dos pruebas de alcoholemia que le realizaron el mismo día, se acogió a un programa de culpabilidad para infractores por primera vez que le permitió pagar una pequeña multa a cambio de asistir a un curso para conductores que manejan bajo la influencia del alcohol o las drogas.